Estás a punto de darte una ducha relajante después de un largo día y... ¡sorpresa! El agua sale helada. O peor aún, en pleno invierno, tu caldera decide tomarse unas vacaciones inesperadas. ¿Te suena? Por desgracia, a nosotros también, y es que todos hemos vivido estos percances domésticos en algún que otro momento. Pero tranquila, porque hemos preparado una guía sobre cuáles son las averías más frecuentes en calderas y termos eléctricos, cómo identificarlas y qué puedes hacer antes de llamar al técnico. De este modo, siempre estarás prevenida y vivirás más tranquila. ¿Empezamos?
¿Cuáles son las fallas comunes de un termo eléctrico?
El termo eléctrico es uno de los sistemas más populares para calentar agua en viviendas españolas, especialmente en pisos pequeños o segundas residencias. Su funcionamiento es relativamente sencillo, pero eso no los libra de sufrir averías. Veamos cuáles son las más habituales:
1. El agua no se calienta (o no lo suficiente)
Es el problema más común y también el más frustrante. Si tu termo no calienta el agua, la causa podría ser:
- Resistencia eléctrica quemada: con el tiempo, la resistencia se desgasta y deja de funcionar. Es como la bombilla que un día decide fundirse sin previo aviso. La solución pasa por sustituirla, una reparación que suele costar entre 100 y 150 euros.
- Termostato defectuoso: el termostato es el encargado de mantener el agua a la temperatura deseada. Si falla, el agua puede salir demasiado fría o demasiado caliente. A veces simplemente está mal regulado y basta con ajustarlo.
- Acumulación de cal: la cal es el enemigo número uno de tu termo. Se adhiere a la resistencia formando una capa aislante que impide que el calor se transmita correctamente al agua. Si vives en una zona de agua dura, considera instalar un descalcificador.

¿El agua no sale caliente? Tu termo eléctrico podría estar estropeado.
El Mueble
2. Fugas de agua
Ver un charco debajo del termo nunca es buena señal. Las fugas pueden deberse a:
- Junta deteriorada: con el paso del tiempo, las juntas pierden elasticidad y empiezan a gotear. La solución es tan sencilla como sustituir la junta afectada.
- Corrosión del tanque: más grave es cuando el propio depósito se oxida y empieza a perder agua. En estos casos, lo más recomendable es sustituir el termo, ya que la reparación suele ser costosa y poco duradera.
- Válvula de seguridad: a veces, lo que parece una fuga es simplemente la válvula de seguridad haciendo su trabajo (liberar presión). Si gotea constantemente, puede estar obstruida por cal o defectuosa.
3. Ruidos extraños
Si tu termo suena como una olla a presión, presta atención:
- Sedimentos acumulados: la cal y otros minerales se depositan en el fondo del termo y, al calentarse el agua, provocan esos ruidos tan inquietantes. Una limpieza periódica puede solucionar el problema.
- Burbujas de aire: el aire atrapado en las tuberías puede generar golpes de ariete cuando abres o cierras un grifo. La solución pasa por purgar el sistema.
¿Cuáles son los problemas que se presentan en las calderas?
Las calderas son sistemas más complejos que los termos y, por tanto, sus averías también pueden ser más variadas. Diferenciamos entre calderas de gas (las más comunes) y calderas de gasóleo:
Problemas habituales en calderas de gas
1. La caldera no enciende
Un clásico que puede deberse a:
- Presión de agua inadecuada: si la presión está por debajo de 1 bar o por encima de 2 bares, la caldera se bloquea como medida de seguridad. Consulta el manómetro y ajusta la presión siguiendo las instrucciones del fabricante.
- Fallo en el encendido: las bujías de encendido pueden desgastarse con el uso o acumular suciedad, impidiendo que la llama se encienda correctamente.
- Problemas con el suministro de gas: verifica que la llave de paso esté abierta y que no haya cortes en el suministro.
2. La caldera se apaga continuamente
Si tu caldera se enciende, pero se apaga al poco tiempo, investiga estas posibles causas:
- Sensores de temperatura defectuosos: los sensores pueden enviar lecturas erróneas, haciendo que la caldera se apague cuando no debería.
- Intercambiador de calor obstruido: la acumulación de cal o suciedad puede provocar sobrecalentamiento y apagados repentinos.
- Termostato mal configurado: en muchas ocasiones, la solución es tan simple como ajustar correctamente el termostato ambiente.
3. Pérdida de presión constante
Si tienes que rellenar la caldera con frecuencia, algo no va bien:
- Fugas en el circuito de calefacción: pueden ser visibles (un radiador que gotea) o estar ocultas en la instalación.
- Válvula de seguridad mal calibrada: si se abre a una presión demasiado baja, perderás agua constantemente.
- Vaso de expansión defectuoso: no absorbe correctamente los cambios de presión del sistema.
Problemas específicos de calderas de gasóleo
Las calderas de gasóleo son menos comunes en viviendas urbanas, pero siguen siendo habituales en zonas rurales:
- Quemador bloqueado: suele ocurrir por acumulación de hollín o por filtros obstruidos. Una limpieza profesional resolverá el problema.
- Inyectores sucios u obstruidos: provocan una combustión deficiente y, por tanto, menor rendimiento y mayor consumo.
- Aire en el circuito de combustible: puede impedir que el gasóleo llegue correctamente al quemador.
¿Qué se le daña a un calentador eléctrico?
Todo en la vida tiene un ciclo, y los calentadores no son una excepción. Con el paso del tiempo, estas son las piezas que más sufren:
- La resistencia eléctrica: es la pieza que más trabaja y, por tanto, la que antes se desgasta. Su sustitución es una de las reparaciones más habituales.
- El ánodo de magnesio: esta pieza está diseñada para sacrificarse y proteger el tanque de la corrosión. Debe revisarse cada 2-3 años y sustituirse cuando esté muy desgastado.
- El termostato: los ciclos continuos de encendido y apagado acaban pasando factura a este componente.
- Las juntas y conexiones: el calor y la presión constantes hacen que pierdan elasticidad con el tiempo.
- El depósito: aunque está diseñado para durar, la corrosión interna puede acabar debilitándolo, especialmente si el ánodo de magnesio no se mantiene correctamente.
La importancia del mantenimiento preventivo
Como dice el refrán, más vale prevenir que curar. Y es que un mantenimiento adecuado puede ahorrarte muchos disgustos y euros:
- Revisión anual: tanto calderas como termos deberían revisarse profesionalmente al menos una vez al año, preferiblemente antes de la temporada de frío.
- Purga de radiadores: al comenzar la temporada de calefacción, purga los radiadores para eliminar el aire acumulado.
- Control de la presión: verifica regularmente la presión de la caldera, especialmente después de periodos sin uso.
- Descalcificación periódica: si vives en zona de agua dura, plantéate realizar una limpieza descalcificadora cada 2-3 años.
¿Cuál es la vida útil de un termo eléctrico?
Una pregunta que muchas personas se hacen es cuánto durará su termo eléctrico. La respuesta, como casi siempre, depende de varios factores:
- En condiciones normales, un termo eléctrico de calidad puede durar entre 8 y 12 años.
- Este periodo se acorta considerablemente en zonas de agua muy calcárea, donde puede reducirse a 5-7 años si no se realiza un mantenimiento adecuado.
- Los modelos de gama alta con depósitos vitrificados y ánodos de magnesio reemplazables pueden llegar a los 15 años con un mantenimiento correcto.
- Los termos baratos, de marcas poco conocidas, raramente superan los 5 años de vida útil.
Factores que reducen la vida útil de tu termo
- Instalación incorrecta
- Agua con alto contenido en cal
- Ciclos frecuentes de encendido y apagado
- No sustituir el ánodo de magnesio cuando es necesario
- Temperatura configurada demasiado alta (por encima de 60°C)
¿Cuándo llamar a un profesional?
Aunque algunos problemas menores puedes resolverlos por ti misma, hay situaciones en las que es imprescindible llamar a un técnico cualificado:
- Fugas importantes
- Olor a gas o a quemado
- Ruidos fuertes o inusuales
- Reparaciones eléctricas complejas
- Cualquier manipulación del circuito de gas
- Sustitución de componentes internos de la caldera
Recuerda que, por normativa, las revisiones y reparaciones de calderas de gas solo pueden realizarlas profesionales autorizados. No arriesgues tu seguridad por ahorrar unos euros, porque ya sabes lo que dicen... lo barato sale caro.
Te puede interesar
- Sonia Sánchez, abogada: "Si los vecinos se quejan por el ruido de las obras de tu casa, deberías tomar estas medidas"
- Sonia Sánchez, abogada sobre quien paga las reparaciones de una casa alquilada: "Puede haber dudas, pero la ley es muy clara"
- Sonia Sánchez, abogada, sobre cómo contratar a un empleado del hogar: “Las personas empleadas de hogar deben tener un contrato por escrito”
- Juanjo Melgarejo, cerrajero: "Dejar la llave puesta por dentro de casa no sirve para nada. Al contrario, puede ser un problema en caso de caída o desmayo"
- Juanjo Melgarejo, cerrajero: "Una puerta blindada no es tan segura como crees. Los ladrones ya saben todos sus trucos"
- Juanjo Melgarejo, cerrajero: "Si se te ha roto la llave dentro de la cerradura, prueba este sencillo truco para sacarla"
Si quieres estar al día de todo lo que publicamos en ,
¡Contenido exclusivo! Hazte con este ebook gratis “100 trucos fáciles de orden” para tener tu casa siempre a punto con los mejores consejos.