Como ya sabrás, un contrato de alquiler conlleva una serie de responsabilidades, y no solamente para el inquilino. Una de ellas es la fianza. ¿Sabes qué es, quién debe pagarla o si se ha de depositar en alguna parte? Te lo explicamos todo.

¿Qué es la fianza del alquiler?

“Cuando se firma un contrato de alquiler, el inquilino está obligado a entregar al propietario el dinero correspondiente a una mensualidad de renta en concepto de fianza si se trata de un alquiler de vivienda. La fianza sirve para garantizar el cumplimiento de las obligaciones del inquilino y para proteger la vivienda contra eventuales daños”, explica Sonia Sánchez, abogada de ARAG.

¿Cuándo se devuelve la fianza de alquiler?

Una vez finalizado el contrato, el propietario tiene 30 días para devolver la fianza al inquilino, siempre que 

  • La vivienda se haya devuelto en buen estado de conservación 
  • No haya deudas pendientes. Si esto ocurre el propietario las podrá descontar del importe total de la fianza.

¡Ojo! “La fianza no se puede utilizar para cubrir rentas impagadas”, advierte Sonia Sánchez. “Aunque sí se permite que, en caso de que el inquilino entregue la vivienda en perfecto estado, se pueda acordar el uso de la fianza para el pago de las últimas mensualidades por pagar”.

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¿Es obligatorio depositar la fianza?

En la mayor parte de Comunidades Autónomas es obligatorio depositar la fianza del alquiler, aunque hay excepciones: “Es el caso de son Asturias, Cantabria, Murcia, Navarra y La Rioja”, indica Sonia Sánchez.

¿Qué problemas puede haber si no se deposita la fianza?

“El no depositar la fianza puede incluso tener repercusiones importantes en la Declaración de la Renta”, explica Sonia Sánchez.

Para el inquilino: Cuando el inquilino hace la Declaración de la Renta, puede deducirse el alquiler. Pero para poder tener derecho a la deducción es necesario que el propietario haya depositado la fianza del alquiler en el organismo público. ¡Pero cuidado! Si el inquilino aplica esta deducción de forma incorrecta, Hacienda le puede poner una multa.

Para el propietario: En el caso de que el propietario no deposite la fianza dentro del plazo obligatorio se le impone una multa. Cada CCAA regula sus sanciones, pero, esencialmente, importe depende de tres supuestos:

  • Por el tipo de infracción: que sea leve o grave.
  • Por el tiempo que se retrase el propietario en depositar la fianza fuera del plazo obligatorio: cuanto más tiempo se retrase, mayor será la sanción.
  • Por haber una inspección y encontrarse que el propietario no ha depositado la fianza, en cuyo caso las sanciones acostumbran a ser más elevadas.

“Cada vez son más las inspecciones que se están realizando para comprobar que el propietario ha cumplido con su obligación de depositar la fianza. No podemos olvidar que la administración pública tiene muchos instrumentos para detectar si hemos firmado un contrato de alquiler”, advierte la abogada de ARAG. “Así que es importante depositar la fianza dentro del plazo establecido. Y en el supuesto de no haberlo hecho, es recomendable regularizar la situación antes de que los servicios de inspección se den cuenta”.

Por lo tanto, tanto para inquilinos como para propietarios, depositar la fianza del alquiler es un asunto de suma importancia. No solo asegura el cumplimiento de la ley, sino que también protege a ambas partes frente a posibles sanciones y problemas fiscales.

Es recomendable estar bien informado sobre las normativas específicas de cada Comunidad Autónoma y, en caso de dudas, consultar con un profesional o abogado especializado en la materia. Cumplir con esta obligación puede evitar futuros inconvenientes y garantizar una relación de alquiler más transparente y segura.

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