3 trucos para lavar la ropa que usan las lavanderías

PREGUNTA: ¿Cómo se quita una mancha de aceite de una prenda? @claracanut

1. El truco para conseguir unas toallas suaves y esponjosas
2. El truco para quitar manchas difíciles de la ropa blanca
3. El truco para acabar con las arrugas

Manchas, arrugas, rigidez, pérdida de color... Son tantos los errores que cometemos al lavar la ropa que impiden que podamos alargar la vida de nuestra camiseta favorita. Pero, ¿qué pensarías si te digo que tenemos la solución? Se acabó renovar la ropa cada dos por tres. Con estos trucos de lavandería tus prendas se mantendrán como el primer día. ¡Fíchalos!

1. El truco para conseguir unas toallas suaves y esponjosas

Recuperar la suavidad de tus toallas es posible y los expertos saben muy bien cómo hacerlo. ¿El truco? Meterlas junto a una bola de lana de en la secadora. Y si, además, quieres que salgan perfumadas, solo debes añadirle unas gotas de aceite esencial.

Otro truco para acabar con los malos olores es empapar dos bayetas con un poquito de lejía y dejarlas sobre las gomas de la lavadora toda la noche. Pasadas estas horas, retíralas. Luego, vierte un poquito de vinagre en lugar de suavizante y, con la lavadora vacía, activa un programa de lavado largo con agua caliente.

2. El truco para quitar manchas difíciles de la ropa blanca

Olvídate de los productos quitamanchas milagrosos del supermercado. Existe un remedio casero perfecto para acabar con ellas sin desgastar el tejido: utilizar una aspirina. Tan solo tienes que triturarla en un vaso de agua y pasar la mezcla sobre la mancha antes de meterla en la lavadora. Activa el programa de lavado normal y espera a ver el milagro. Si no funciona a la primera, vuelve a intentarlo. ¡Lo conseguirás! Incluso se puede usar para quitar manchas de vino y grasa.

3. El truco para acabar con las arrugas

Otro de los secretos mejor guardados por los profesionales para evitar que la ropa salga arrugada de la secadora, es introducir cubitos de hielo antes de empezar el programa de secado. Concretamente cuatro cubitos. Al parecer, cuando el hielo pasa de estado sólido a gaseoso, provoca una condensación que ayuda a que la ropa salga lo más lisa posible. ¿Te animas a probarlo?