Pintar en colores cálidos, los más acogedores

Relajante, el verde claro luminoso conseguirá espacios que invitan a disfrutar en calma. Es alegre pero no cansa a la vista. Todo lo sano y natural se asocia con él. Maderas claras, fibras y blancos, apoyan su suavidad y crean ambientes muy apacibles.

El amarillo es así. Se relaciona con el sol, con el oro, con la energía más intensa. Transmite calor, así que será ideal para habitaciones frías. Es un tono desenfadado y estimulante, por lo que es ideal para habitaciones infantiles. Dale a las paredes un toque, no las pintes todas amarillas. Aportarás luz sin abigarrar.

El naranja (tanto ácido como más claro) es un color relacionado con la felicidad, la creatividad y la vida. Libera las emociones negativas y te hace sentir menos inseguro. Además, estimula la mente y es un color "antidepresivo" que funciona sin receta. 

Así son los tonos coral. Generan espacios dulces, bellos, acogedores y algo inocentes. Combinados con dorados, la inocencia se tiñe de glamour. Y tienen otro punto a su favor: tranquilizan las emociones, así que son perfectos para espacios de relax.

 Es una gama de verdes con toques de amarillo, lo que los hace ideales para dar luz a estancias oscuras o encaradas al norte. Una pared pintada en verde claro es una pared relajante y que genera ambientes sencillos y juveniles.

 Son tonalidades estimulantes que generan calidez y cercanía. Los cálidos claros, en general, son colores sociables, ideales para salones, cocinas y zonas de estar. Los que tienen mayor contenido de rojo son ideales para habitaciones orientadas al norte.

Simboliza la vida, la fertilidad, el crecimiento y la salud porque el verde está ligado por completo a la naturaleza y genera espacios que transmiten tranquilidad, armonía y equilibrio. Si lo combinas con blanco calmarás su fuerza y con negro, la intensificarás.

Los rojos intensos tienen un punto bohemio muy desenfadado que generan espacios muy personales. Son ideales para estilos eclécticos en los que se mezclan piezas de mobiliario y complementos de distintos estilos. 

Es el ocre dorado, un color cálido de gran intensidad pero que a la vez aporta placidez y serenidad a los espacios, de ahí que sea una buena elección para pintar las paredes de dormitorios. Acompañado de madera, se pontencia su aire rústico. 

Recuerdan al café, a la madera, al relax y se asocian al aire libre, a lo natural y sencillo. En decoración, es un color cálido acogedor y transmite sensación de hospitalidad, creando un ambiente estable, protector y seguro. Combinado con blanco gana la luz y el brillo que le faltan.

Es el color vino viejo. Muy expresivo, crea atmósferas que sugieren intimidad y mucha personalidad. Si lo eliges para tus paredes, contempla pintar solo una de ellas y decora el espacio con piezas ligeras; que no haya nada que compita con su intensidad. Este es de Jotun.

 Estos tonos son ideales para estancias grandes que necesiten ganar calidez.

 Son colores unidos al fuego. Están indicados para habitaciones frías y sombrías, a las que aportan su luz y calor. Al ser tonos oscuros, ópticamente tienden a restar espacio, por lo que deben usarse en grandes estancias o en determinadas paredes.