ANTES y DESPUÉS de una cocina pequeña (de 7m2) que tira paredes y se moderniza con muebles grises y blancos / CON VIDEO

Se trataba de una cocina típica de piso antiguo. No había ningún tipo de estilo ni armonía en ella, puesto que tanto el mobiliario como las tonalidades había quedado desfasado. Además, los muebles presentaban unas medidas desiguales, los azulejos con cenefas, los electrodomésticos disonantes e incluso el techo en color amarillo oscuro que encerraba aún más visualmente el espacio. Incluso la encimera de esta cocina parecía no encajar con el resto de zonas y elementos. Era una cocina que gritaba 'cambio urgente'.

La distribución de la cocina no podía modificarse por cuestiones estructurales, así que se planificó cada centímetro para lograr una cocina funcional, que cumpliera con las condiciones de sustentabilidad en cuanto a materiales, elección de electrodomésticos y separación de residuos. Ahora, gracias a las paredes en blanco y el mobiliario en un gris estético y moderno, se ha creado un ambiente sereno, acogedor y sofisticado donde el orden y la organización es posible gracias a su amplia y discreta capacidad de almacenaje. La demolición del muro no solo mejoró la distribución, sino que también permitió que la luz natural fluyera mejor, creando un ambiente más abierto y luminoso. 

Además de que la cocina no contaba con un espacio suficiente y parecía estar todo abarrotado, la estética, la decoración y los detalles no se cuidaban. De hecho, cuando nos rodea un espacio desfasado, es algo complicado intentar darle vida con piezas o accesorios decorativos, ya que resaltaría más las zonas antiestéticas y crearía un efecto aún menos estiloso.

La decoración, aunque es sencilla para no convertirse en obstáculos en la cocina, sabe combinar a la perfección comodidad y funcionalidad. Es una cocina práctica, sí, pero también cargada de estilo. Al contar con la ventaja de tener una tonalidad tan neutra y acorde con todo tipo de materiales y tonalidades, la calidez de los detalles escogidos potencia aún más la estética y armonía de esta cocina.

Cuando comenzaron el proyecto de la reforma, el gran reto era eliminar ese muro que separaba la cocina del salón-comedor mediante un pasillo. Descubrieron que ese muro tenía una estructura más compleja de lo que pensaban, por lo que tuvieron que adaptar su plan inicial. ¡Pero reto conseguido! Consiguieron derribarlo y ganar en espacio y luminosidad, así como en conexión y comunicación de espacios.

Ahora, a pesar de que la cocina sigue contando con su privacidad, está mucho mejor conectada al resto de puntos y espacios comunes y de encuentro con los habitantes de la casa. La puerta también se ha pintado de blanco para que se mimetice con la nueva imagen de la cocina y no desentone. Así, en esta estancia ahora prima la continuidad visual y la amplitud aprovechada de los espacios, porque se ha exprimido al máximo cada rincón.

Analía Emmanueli es decoradora, estilista de interiores y home stager. Su principal objetivo es crear espacios que despierten emociones, a la vez que se adapten a las necesidades y gustos de sus clientes. Su firma lleva intrínseca la creatividad, así como la funcionalidad. Cada detalle, textura y juego de luz se entrelazan para transformar ambientes fríos en pedazos de hogar. "Mi compromiso es hacer que las ideas de mis clientes cobren vida, fusionando encanto y funcionalidad", concluye Emmanueli.