Al hablar de reforma, muchos se llevan las manos a la cabeza, mientras que otros encuentran la oportunidad perfecta para dar una nueva vida a los espacios de su casa. Aunque no siempre es necesario recurrir a las obras, sí que muchas veces es la alternativa perfecta cuando queremos remodelar por completo una estancia. ¡Y después vamos a agradecerlo! Es el caso de una cocina de algo más de 7 m2, objeto de una reforma integral que consiguió eliminar un muro que separaba este espacio del salón y la hacía mucho más pequeña y poco práctica.

La interiorista Analía Emmanueli encabezó este proyecto, cuyo trabajo se basó en maximizar la funcionalidad y luminosidad, pero manteniendo la privacidad de la cocina, creando un ambiente más libre de ruidos y olores propios de cocinar. Todo gracias a los muebles hechos a medida que aprovechan cada rincón y la elección de electrodomésticos integrados para evitar distracciones visuales y mantener la cocina organizada y funcional. La elección de colores claros también ayudó a ampliar visualmente el espacio. ¿Vemos el cambio de una cocina a otra? ¡Vamos allá!