Sol Van Dorssen, estilista: “Cuando llega la primavera, lo primero que hago es cambiar los textiles de mi casa"

Uno de los primeros cambios que realiza Sol Van Dorssen en su casa con la llegada del buen tiempo es sustituir los textiles. “Al igual que con la ropa, en casa me gusta hacer un cambio de temporada. Paso de los terciopelos, borregos o lanas a tejidos livianos y frescos como el algodón y el lino”, explica. La clave está en elegir telas más ligeras para los sofás, las camas y los cojines, apostando por colores suaves y estampados sutiles que evocan la frescura de la primavera.

Para Sol, la primavera no está completa sin la presencia de flores y plantas en casa. “Me gusta crear lo que llamo un ‘centro de mesa permanente’, con flores frescas que me recuerdan que los meses fríos han pasado”, comparte. Incorporar estos elementos naturales no solo aporta un toque de color y frescura, sino que también llena los espacios de vida y alegría. Para quienes no tienen tiempo de cambiar flores a diario, recomienda optar por variedades de larga duración o incluso por plantas en maceta que mantengan su esplendor toda la temporada.

Otro de los cambios fundamentales que Sol implementa en su hogar es la sustitución de las cortinas. “En invierno me encanta tener cortinas en tonos oscuros o tejidos pesados, pero cuando llega la primavera, las retiro, las mando a limpiar y coloco mis favoritas: las de lino blanco”, cuenta. Esta sencilla acción transforma por completo cualquier estancia, permitiendo que la luz natural inunde el espacio y creando una sensación de amplitud y frescura. “Cuanto más clarito y ligero, mejor”, insiste la estilista.

Para las cenas primaverales con amigos, Sol tiene un truco infalible: un cuenco decorativo de cristal con agua y velas flotantes. “Es un detalle fresco y muy primaveral. A veces le añado flores también, y el resultado es mágico”, explica. Según ella, la combinación del cristal, el agua y la luz de las velas crea un efecto relajante y elegante, perfecto para cualquier mesa en esta época del año.

Otro cambio clave en su casa es la retirada de las alfombras más pesadas. “Si tengo alguna alfombra de lana, la guardo hasta el próximo invierno y dejo solo las más ligeras, tipo carpeta”, nos cuenta. Este pequeño gesto ayuda a refrescar los espacios y hacer que las habitaciones se sientan más amplias y ventiladas. Las alfombras de fibras naturales, como el yute o el sisal, son sus favoritas para esta temporada.

Finalmente, Sol Van Dorssen nos confiesa uno de sus trucos más prácticos para adaptar la casa al cambio de estación: los pufs con fundas intercambiables. “En invierno los tengo con fundas de borreguito, pero en primavera los visto con lino”, explica. Este sencillo detalle permite transformar la estética del espacio sin necesidad de grandes cambios, manteniendo siempre un ambiente acogedor y acorde con la temporada.