41 armarios con puertas correderas que aprovechan el espacio y aportan estilo. ¡Cópialos!
Los armarios con puertas correderas son muy actuales y se meten donde no podrían los armarios normales, aprovechando cada centímetro. Inspírate en nuestra galería de 41 propuestas para planificar el tuyo al detalle
Descúbrelo todo sobre los armarios con puertas correderas.
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Ahorran espacio, son más cómodos y perfectos para espacios pequeños. Los armarios con puertas correderas, aunque más caros que los de puertas abatibles, son la opción más popular. Y los vemos en dormitorios, salones, zonas de paso y hasta salones. Te contamos todo lo que debes saber sobre los armarios con puertas correderas.
Por qué elegir un armario con puertas correderas
A diferencia de los armarios con puertas abatibles, con las puertas correderas no se puede acceder por completo al interior del armario, pero aun así son una opción cómoda y que puede ahorrar mucho espacio. Por eso son la mejor opción para ahorrar espacio en espacios pequeños y zonas de paso, donde no hay espacio para el recorrido de una puerta abatible.
Su principal desventaja es el precio, ya que son algo más caras, especialmente si el armario está hecho a medida.
¿Cuánto cuesta un armario con puertas correderas?
Armario empotrado de 250 cm de alto x 200 cm de ancho x 68 cm de fondo con 2 puertas y un interior básico (8 estantes, 1 barra y 3 cajones) cuesta desde 1739 € si se elige en melanina y 2120 € si es lacado.
Armario empotrado de 250 cm de alto x 250 cm de ancho x 68 cm de fondo con 3 puertas y un interior básico (12 estantes, 2 barras y 3 cajones) cuesta desde 2160 € si se elige en melanina y 2635 € si es lacado.
Armario empotrado de 250 cm de alto x 300 cm de ancho x 68 cm de fondo con 4 puertas y un interior básico (18 estantes, 2 barras y 3 cajones) cuesta desde 2560 € si se elige en melanina y 3121 € si es lacado.
*Precios sin IVA facilitados por Ebanistería Espais Interiors
Ideas de armarios con puertas correderas
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Butaca retapizada con tela de Güell-Lamadrid.
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Con molduras
Las molduras de este armario con puertas correderas son en parte las responsables del estilo clásico de este pequeño dormitorio. Y es que unas puertas correderas pueden lucir muchos más diseños que solo lisas. Además, sus puertas pueden ser algo más grandes que las abatibles, que por el peso deben ser de un tamaño determinado.
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Armario con puertas correderas en el baño.
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Un cómo armario para la ropa de casa
El baño es una de las estancias de casa en las que cada centímetro es oro. Ahí, un armario con puertas correderas en el que guardar las toallas es cómodo y práctico, además de un recurso para aprovechar un retranqueo de la pared.
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Dormitorio con vestidor con puertas correderas y puff de La Redoute.
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Armario tipo vestidor con puerta corredera
Si quieres sacar todo el partido al espacio de tu mini vestidor, pero tampoco se lo quieres robar al dormitorio, cambia la puerta abatible por una corredera. Si te metes en obra, podrás ampliar el vano y colocar un acceso cómodo y amplio sin perder nada de espacio.
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Dormitorio infantil con armarios empotrados con puertas correderas.
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En pareja
Si el dormitorio es compartido, y el espacio lo permite, planifica dos armarios empotrados con puertas correderas. Así cada uno tendrá su armario sin molestar al otro. En blanco, como la pared, su presencia es muy discreta.
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Dormitorio pequeño con armario con puerta corredera.
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El mismo acabado
Una de las maneras de conseguir que el armario tenga menos peso visual en el dormitorio es dándole el mismo acabado que las paredes. En este caso, el revestimiento de madera pintado de blanco es el mismo en la pared del cabecero que en las puertas correderas del armario.
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Mueble de salo´n que oculta la tele.
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Un armario con puertas correderas que oculta la tele
Otro tipo de armario con puertas correderas son los que, en el salón, camuflan la presencia de la televisión. Generalmente, se la puerta se desliza sobre un mueble inferior y las guías van en la parte superior.
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Dormitorio con armario con puertas corredera blancas.
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Un completo armario empotrado con puertas correderas
Los armarios empotrados con puertas correderas tienen la gran ventaja de integrarse perfectamente en el espacio hasta prácticamente desaparecer. Prueba de ello es este completísimo armario que la decoradora Asun Antó planificó con frentes lacados en blanco y con decorativos cuarterones.
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Alfombras de Ofelia Home Decor y espejo de Coton et Bois.
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La mejor opción para pasillos
En las zonas de paso, donde cada centímetro vale oro, es fundamental contar con soluciones que no roben el espacio. Y aquí los armarios con puertas correderas ganan la partida. En este pasillo los encontramos en uno de los laterales, ampliando mucho el espacio de almacenaje.
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Armario diseño de Judith Farran para Home Deco.
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Con una original puerta corredera de celosía
Una puerta de madera de celosía en un azul provenzal cierra este vestidor del dormitorio y, a la vez, le da un plus decorativo y tradicional. Las puertas de celosía son una buenísima opción para los armarios porque facilitan la ventilación de la ropa.
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Habitacio´n Infantil con cama elevada y armario con puertas correderas.
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Un armario corredero integrado en la litera tren
Las literas tipo tren son un recurso muy útil en habitaciones infantiles porque aúnas en una sola pieza varias funciones. En este caso la decoradora Meritxell Ribé aprovechó la estructura con un armario corredero con vocación de vestidor, porque los niños pueden entrar dentro. Y lo cerró con una corredera pintada con acabado de pizarra.
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Recibidor con armario empotrado con puertas correderas.
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Un armario empotrado con puertas correderas en el recibidor
Aprovechar el recibidor con un armario es siempre un must, porque facilita mucho la rutina de llegada y salida de casa. La decoradora Paula Duarte diseñó para su recibidor un armario a medida empotrado de dos cuerpos, cerrado con grandes puertas correderas lisas y pintadas como la pared para que pasen desapercibidas.
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Dormitorio con vestidor tipo closet cerrado con una corredera vista.
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Con una puerta recuperada con guías vistas
Las correderas vistas, como la de este vestidor, son una opción muy práctica si no quieres meterte en otras. Y si eres manitas incluso puedes instalarlas tú mismo, ya que discurren por unas guías vistas. El único "pero" es que necesitas liberar el los laterales de la pared para que la puerta pueda desplazarse. Estas puertas tienen el plus de ser dos batientes recuperadas reconvertidas en corredera.
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Salón con pared de librería y chimenea con panel corredero que oculta el televisor.
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Un panel corredero multifunción
En este salón, la decoradora Pia Capdevila diseñó un panel corredero que puede ocupar tres posiciones: servir de puerta de armario que oculta el televisor, quedarse en la parte central dejando el módulo de la tele y la librería al descubierto, o desplazarse hasta el otro extremo.
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Vestidor con puerta corredera.
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Un vestidor tipo closet con una puerta recuperada
La decoradora Natalia Zubizarreta destinó una pequeña habitación junto al baño a vestidor y lo planificó tipo closet, que resulta más cómodo porque deja la ropa a la vista. Y lo separó del baño mediante una puerta corredera que adaptó de una de las originales del piso.
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Puertas correderas de Ikea.
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Un armario corredero hasta el techo
En dormitorios pequeños aprovechar toda la altura del techo con un armario a medida es la mejor solución. Y para arañar unos cm más de paso, puedes cerrarlo con correderas, como se ha hecho aquí. Estas tienen tres listones decorativos que le dan un look más actual.
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Vestidor con puertas correderas.
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Un vestidor closet bicolor
Este vestidor tipo closet, diseñado por la decoradora Marta Prats, es pequeñito pero súper aprovechado. Organizado en dos frentes, cada miembro de la pareja tiene su espacio, organizado según las necesidades. La decoradora ha combinado dos acabados, madera y lacado, para darle más calidez y personalidad. Una gran corredera cierra el vestidor y le da intimidad.
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Armario diseño de la decoradora Lory Hansen.
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Un armario polivalente a pie de cama con correderas
Este armario es casi, casi mágico. La parte central, cerrada con correderas, oculta el televisor e integra una cajonera y baldas. Y los laterales, también correderos, son armarios roperos de cuerpo entero.
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Dormitorio con armario empotrado con puertas correderas.
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Un armario empotrado con puertas correderas estilizadas
Unificar el color y acabado de las paredes con el del armario es una solución muy útil para camuflarlo e integrarlo visualmente en la decoración. En este caso se ha llevado el armario hasta el techo para aprovechar mejor el espacio.
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Dormitorio con pared del cabecero con papel a rayas y corredera que separa el vestidor.
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Una corredera empotrada que cierra el vestidor
Si optas por un vestidor tipo closet y decides cerrarlo con una corredera, siempre que puedas apuesta por una empotrada entre tabiques, como aquí, porque abierta simplemente desaparece. Además, liberas los laterales de la pared.
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Habitación infantil con armario con puertas correderas.
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Un gran armario empotrado corredero a pie de cama
Esta habitación nunca habría podido ser así si no fuera porque este armario tiene las puertas correderas. No tendría ni dos escritorios, ni dos armarios: uno para cada niña. Porque si te imaginas una puerta de armario abriéndose junto a la ventana, verías como la mesa debería desplazarse. Y si abrieses otra puerta imaginaria delante de la cama, seguramente, no podrías pasar. Esto es la magia de las puertas correderas.
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Recibidor con armario con puertas correderas que oculta un despacho.
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Un despacho camuflado dentro de un armario
Este recibidor se ha aprovechado con una completísima zona de trabajo que, cuando no se usa, se cierra y desaparece, quedando oculta dentro del armario. En este caso, el armario cuenta con tres puertas y tres rieles, que permiten recogerlas todas a un solo lado.
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Dormitorio con armarios en "L" con puertas correderas.
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Un gran armario empotrado en "L" y con un frente de espejo
Poner un espejo en una de las puertas es casi un clásico en los armarios con correderas. En este dormitorio, no solo es práctico a nivel de uso, sino que al ocupar totalmente uno de los frentes, se consigue más sensación de profundidad y refleja toda la luz de la ventana. ¡No se puede pedir más!
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Dormitorio con cabecero que hace de separación del armario con puertas correderas.
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Un armario corredero tras el cabecero
En este dormitorio el cabecero sirve de separación de la zona de cama de la de armarios, que se han planificado de pared a pared y de suelo a techo y con grandes puertas correderas. Como este tipo de armarios no precisan de pomos ni tiradores, ni tiene herrajes a la vista, los armarios pueden quedar perfectamente integrados en la decoración aunque ocupen todo un frente de pared.
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Las cajoneras son de Ikea y el vestidor es un diseño de Iñaki Mujika.
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Un vestidor closet a pie de cama
Separado por una puerta corredera del dormitorio, es un recurso muy práctico para integrar el vestidor en la habitación y, a la vez, que disfrute de total independencia.
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Dormitorio con armario con puertas correderas con molduras.
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Corredera y clásica como la que más
Normalmente, los armarios con puertas corredera se asocian con ambientes y estilos más actuales. Pero pueden decorarse como queramos. También con molduras, claro. Incluso, si se ajustan a las medidas (y no pesan demasiado), pueden colgarse puertas antiguas.
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Habitación infantil con armario con puertas correderas.
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Un armario corredero personalizado con pintura decorativa
Una puerta corredera puede llegar a funcionar igual que una pared. Como un lienzo, en este caso, sobre el que realizar pintura decorativa para una habitación infantil.
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Salón en blanco con zona de despacho con armario con puertas correderas.
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Un gran armario empotrado con puertas correderas en el salón
No solo en los dormitorios viven los armarios. Y más si tienen puertas correderas. Y cuanto más grandes sean las puertas, más desaparecen. En este salón, decorado por Elena Jiménez, el armario tiene una doble función: por un lado abastece el despacho, y por el otro sirve de complemento del almacenaje del salón.
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Vestidor con dos frentes de armarios con puertas correderas.
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Un vestidor con dos frentes correderos en paralelo
Para planificar un vestidor con dos frentes en paralelo necesitas dejar, al menos 100 cm libres de pasillo, para poder abrir las puertas y pasar. Si no es el caso, puedes optar por cerrar los armarios con correderas, como aquí, lo que permite ajustar mucho más el espacio central.
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Vestidor diseñado por la decoradora Adriana Farré.
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Con una gran corredera empotrada
En vestidores tipo closet cerrados por una corredera, como aquí, es importante que elijas un tirador cómodo, porque las puertas suelen ser pesadas, y así te resultará más fácil abrirla y cerrarla.
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Dormitorio con armario con puertas correderas de pared a pared y cajonera.
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Una pared de armarios invisibles
Aunque casi ni se ven, allí están. Se ha aprovechado toda una pared para habilitar un completísimo armario corredero que, para que pase desapercibido, se ha llevado hasta el techo y se ha diseñado con frentes lisos y se ha pintado como las paredes.
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Dormitorio en blanco con gran armario de pared a pared con puertas correderas.
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Empotrado y con puertas correderas, de pared a pared
Los armarios con puertas correderas te dan más libertad a la hora de distribuir el espacio. En este caso una puerta normal, batiente, no hubiera podido ir de pared a pared. No podría estar la ventana y la puerta del armario a la vez y, en el otro extremo, chocaría con la mesita de noche.
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Dormitorio juvenil con litera y armario con puertas correderas de lamas.
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Corredero y con decorativas puertas de lamas
Las habitaciones infantiles, y más si son dobles, suelen ir escasas de metros para moverse y jugar. Con un armario convencional abierto, nos quedamos sin espacio. Cualquier centímetro extra es bienvenido. Eso sí, para los más pequeñines, cuidado con que se atrapen los deditos.
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Vestidor con puerta corredera.
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Un vestidor abierto y cerrado
Viendo este típico vestidor con armarios enfrentados en un pasillo estrecho parece muy buena idea no encontrarse con dos muros de puertas, uno a cada lado. Arriba hay estantes abiertos, abajo cajones y en medio, solo dos puertas correderas para tres cuerpos de armario, así que siempre tendremos uno abierto. ¡Ah!, y son de espejo.
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Armario tipo closet cerrado con correderas revestidas de papel de flores.
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Donde había un armario con puerta, hay un closet
Con un armario de puertas batientes siempre perdemos exactamente el mismo espacio que hace el ancho de la puerta cuando la abrimos. Todo esos centímetros los gana una corredera. En este caso, donde antes había un armario convencional, ahora han podido hacer un pequeño closet. Y con esta preciosa puerta forrada de papel floral.
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Buhardilla con dormitorio infantil con armario con puertas correderas.
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Un armario corredero en lugar de mesitas
Un armario a medida y con puertas correderas se ha colocado en el espacio que separa las dos camas. Muchísimo más útil que dos mesitas de noche, ¿no te parece?
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Dormitorio con zona de estudio y armarios con puertas correderas.
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En "L" y con frentes acristalados y entelados
Un vestidor y una zona de trabajo también pueden convivir perfectamente. Juntos pero no revueltos. Todos los armarios conservan el mismo diseño de las puertas, con sutiles variaciones en el acabado.
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Armario con puertas correderas con panelado.
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Un armario corredero panelado con un aire japonés
Aunque las típicas puertas japonesas están realizadas con papel, estas correderas recogen su inspiración en los listones, en los colores y en la búsqueda de la ligereza. El paneleado es con tela de lino.
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Dormitorio pequeño con armario con puertas correderas.
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Calculado al milímetro, integrado al máximo
Cuando los metros escasean, se ha de aprovechar todos los recursos. Aquí se conserva el mínimo entre la cama y el armario con una mesita integrada con el cabezal. Y también dosificar, ahorrar, esos recursos decorativos (integrando al máximo) ayudan a aprovechar el espacio visual.
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Dormitorio en verde con armario con puerta corredera vista.
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Un armario con guías vistas y un aire industrial
Este armario queda muy inyegrado en la decoración porque, a pesar de tener las guías vistas, las lamas siguen el mismo diseño de la pared. Así conseguimos integrar y destacar a la vez con esta estructura de hierro forjado de la que cuelgan las dos puertas.
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Vestidor con puertas correderas y batientes revestidas de papel.
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Un vestidor con puertas correderas y batientes
En un mismo espacio, dependiendo del uso y de la zona de paso, puedes usar un tipo de puerta o otra. Por suerte tanto las correderas como las batientes pueden tener el mismo tipo de acabado. Aquí combinan madera con papel pintado tipo japonés.
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Buhardilla con armario con puertas correderas.
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Un armario con la medida perfecta
Nunca des ni un cm por perdido y no dejes que el techo inclinado de una buhardilla te haga renunciar a tener un armario. Aquí se ha aprovechado la altura mínima de techo con un armario corredero perfecto para tener las camisas en orden. Además, las puertas se han entelado con un lino que permite una mínima sensación de transparencia que le da mucho encanto.
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Vestidor tipo closet cerrado con puertas correderas.
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Juego de correderas
Este vestidor tipo closet tiene la particularidad de haberse planificado tipo con correderas. Por un lado, la que cierra el vestidor y, por el otro, la de los armarios. Así se preserva siempre el orden visual, al no dejar el contenido del armario a la vista.
Como hasta aquí has visto todas las virtudes y logros, que no son pocos, de los armarios con puertas correderas, ahora toca revisar las desventajas.
Desventajas de los armarios correderos
Menos visibilidad: nunca, pero nunca, podrás ver todo el armario abierto a la vez. Y eso, si eres de las que adora revisar el armario y pasarse horas preparando combinaciones, va a ser un inconveniente. Te vas a pasar la mañana deslizando puertas de acá para allá.
Puertas poco herméticas: comparadas con las abatibles, el cierre no es tan hermético. Además, limpiar las puertas del armario por dentro, no va a ser tarea fácil.
Más fondo necesario: si el fondo de un armario convencional es de unos 60 cm, para que un armario con puertas correderas sea cómodo, deberías contar con al menos 65-70 cm de fondo, porque pierdes ya unos cm para las guías. Si no, la ropa se acabará enganchando en las puertas, siendo incómodo.
Es importante al elegir un armario corredero prestar especial atención a la calidad de las guías y mecanismos, porque de ellos depende la durabilidad del armario. Si no son de calidad, es fácil que las puertas se acaben descolgando o saliendo de las guías.