52 armarios empotrados (de todos los estilos) que solucionarán todos tus problemas de almacenaje

Llegar de la calle y dejar el abrigo, el bolso y los zapatos en un armario ayudará a mantener el orden y a despejar las habitaciones interiores. Este armario empotrado, diseñado por Dorotea Estudio, para el recibidor se funde con la pared cuando está cerrado. ¿La clave? Sus puertas blancas, lisas y sin tiradores.

¿Te imaginas una zona de armarios de 6 metros de largo? El interiorista Sergi Pons, de GDR Vip Grup de Reformas, diseñó esta maravilla de mueble para el salón. Acabado en roble y de estética limpia, en él no solo hay sitio para almacenar en sus altos armarios empotrados, también para albergar la chimenea, camuflar la tele y esconder el aire acondicionado. ¡Marie Kondo estaría orgullosa del orden de este salón!

¿Te imaginas tener sitio en el salón para guardar la ropa de mesa, la vajilla y todos tus libros? Este armario empotrado ha sido capaz gracias a sus 4,5 metros que van de pared a pared. Es un diseño de Bárbara Sindreu con frentes lisos lacados en blanco que llegan hasta el techo. ¿Te contamos un secreto? También oculta la televisión y, como está cerca de la cocina abierta, cuenta con despensa.

La vajilla de diario, la de las ocasiones, la cristalería, el juego de café, las ensaladeras.... Todo se puede guardar en este generoso armario empotrado que ocupa toda una pared del comedor. Es un diseño de Blanca Ferré, de Khaki Olive Studio. Con tiradores cromados, su exterior está tapizado con tela de Coordonné y su interior de baldas y estantes es de melamina de roble. ¡Súper bonito!

Aprovechar el hueco de la escalera, normalmente muerto, es una gran idea para crear un espacio de almacenamiento extra. La interiorista Laura Crespo diseñó este práctico armario empotrado a medida, casi imperceptible, en el pasillo. Lacado en blanco y con discretas molduras, sirve para guardar bolsos, patinetes ¡y hasta el carrito de los niños! 

El cabecero de la cama en blanco y madera llevaba la voz cantante en este dormitorio. Por eso, la interiorista Bárbara Serra decidió lacar el armario empotrado en blanco y ponerle los tiradores de roble para coordinarlo. La estancia ganó en luz y calidez.

¿Quieres un armario empotrado fuera de lo común? Fíjate en este vestidor de la imagen. Es un diseño de Patricia Mollá, de Ni2 Estudio de Interiores. ¿Y porqué es original? Por sus estilosas puertas con frentes de rafia tensadas a mano. Un material, presente también en la pantalla de la lámpara, que da un punto de frescura al dormitorio.

¿Cómo actualizar los armarios de una casa clásica? La mejor solución y más rápida es lacarlos. En blanco lograrás una mayor sensación de amplitud y luminosidad. Y si colocas cerca un espejo, multiplicarás ese efecto visual. Es lo que ha hecho en este vestidor la interiorista Dara Díaz. Ahora las molduras se ven mucho mejor y presumen de un acabado más elegante.

¡Mira qué frescura desprende este recibidor! Y todo gracias al color azul empolvado con el que se han pintado las puertas y la escalera. La magnífica idea ha partido de Dorotea Estudio. Las puertas con listones y molduras desprenden cierto aire rústico. A la decoración se han sumado piezas de madera y fibra que aumentan la sensación de relax, la proximidad del mar y de vacaciones eternas.

Si te gustan los colores neutros y cálidos, te encantarán los armarios empotrados de este vestidor. Son un diseño de Marta Tobella, de Sacum. Los frentes combinan roble claro, con vetas y nudos a la vista, con cristal. Este último se ha puesto doble y entelado con lino para impedir que se vea el interior.

¿Qué otros tipos hay de puertas para armarios empotrados? Aquí tienes otras peculiares. Son un ejemplo más de que las puertas, además de lisas, también se llevan con textura. La interiorista Clara Joly D'Aussy eligió para este dormitorio un armario con originales puertas de persiana.

¿El resultado? Un ambiente tropical muy cálido enfatizado por la presencia de fibra en la butaca y motivos étnicos, en la alfombra.

¿Cómo organizar un armario en un dormitorio pequeño? Renova Solucions tiene la respuesta: con una estructura puente alrededor de la cama. El mueble, diseñado a medida, cuenta con estanterías en los extremos y armarios roperos de 60 cm de ancho, en las zonas más cerca de la cama.

Lacado en blanco, llega hasta el techo para aprovechar al máximo cada centímetro. ¿Te has fijado en las lamparitas globo que decoran el cabecero?

Otra zona desaprovechada de la casa y perfecta para crear una serie de armarios empotrados a medida es el pasillo. ¡Y si no fíjate en este de la imagen! El Estudio Martínez Elorza ha diseñado varios armarios en uno de los lados de este distribuidor. Unos almacenan ropa y otros ocultan la lavadora y la secadora. Para dar luminosidad a la zona de paso, han pintado las carpinterías en blanco y acristalado los frentes. ¡Ideales!

Este dormitorio resulta súper original. La parte baja de las paredes se ha forrado de tela gris, a modo de arrimadero. Y esta tela continúa en los armarios empotrados ubicados frente a la cama. Mientras, la parte superior se ha lacado de blanco roto. Tonos neutros que junto a la madera del suelo le proporcionan luz y calidez.

¿En el baño también se pueden poner armarios empotrados? Sí, y prueba de ello son estos de la imagen. Lisos y en blanco, se han dispuesto de suelo a techo frente a la zona de lavabos. En su interior hay espacio suficiente para guardar toallas, albornoces y artículos de tocador. De esta forma, se despeja la encimera y el mueble bajo lavabo.

Aprovechar un hueco o espacio muerto en el recibidor con un armario es siempre un must: tienes a mano la ropa de calle y, a su vez, liberas el armario del dormitorio. Un consejo: para que sea realmente cómodo es básico que no lo uses para acumular. Debes poder coger y dejar las cosas de forma ágil. Lo ideal es solo guardar en la entrada las prendas que usas a diario.

Este armario empotrado no es muy grande, pero su óptima organización interior lo ha convertido en muy práctico y capaz. Se han destinado dos cuerpos a ropa colgada, pero de diferente altura, uno para los vestidos y prendas más largas, y otro para camisas, así se aprovecha el espacio para ganar una cajonera doble. Además, los organizadores colgantes, como el de la imagen, habilitan más espacio para prendas dobladas sin desperdiciar ni un centímetro.

Si tienes la suerte de tener unos techos altos y quieres que tu armario sea empotrado, es muy recomendable hacerlo con puertas divididas. Pesarán menos, estéticamente, quedará más equilibrado y te será más fácil de ordenar.

Las zonas de paso son ideales para ganar un armario para la ropa de casa. Este, diseñado por Rubén de Matea, se ha flanqueado con dos módulos simétricos de baldas, creando un conjunto ligero, decorativo y práctico. 

Este armario demuestra que una buena planificación es la clave del orden. ¿Tienes mucha ropa colgada? Amplía el espacio de barra y minimiza las baldas. Si también guardas los pantalones colgados, los pantaloneros duplican la capacidad: en un armario de 55-60 cm de fondo, puedes colgar dos en un mismo raíl, uno tras el otro.

Acceso instantáneo a todas la prendas. Esta es la principal ventaja de un vestidor sin puertas como el de este baño diseñado por los arquitectos Cristina Manene y Fernando Orte. Pero te exige mantenerlo siempre impecable.

Una de las claves para mantener las prendas a raya y preservar el orden es poner una prenda por percha y solo las perchas que quepan en la barra. A su lado, en las baldas, guarda los vaqueros doblados, así liberarás espacio de barra.

Un armario empotrado es mucho más que un armario a medida, es un armario que "llena" totalmente un hueco en la pared, o todo el espacio entre pared y pared y de suelo a techo: sin dejar ningún tipo de rendija. Hace unos años eran armarios de obra que se forraban por dentro y ahora suelen ser hechos a medida, como el de la foto. 

Nunca fallan si queremos multiplicar el estilo y el nivel decorativo. Y en las puertas de estos armarios empotrados, tampoco. Lacadas en blanco, estas molduras tan poco convencionales transforman este vestidor.

Este armario de obra, diseñado por Meritxell Ribé, se ha trabajado de una forma especial, normalmente los armarios de este tipo tienen marcos como los de las puertas y tiradores. Aquí no se han usado para obtener un resultado mucho más limpio y contrastado.

Revisando los rincones muertos de tu casa puedes encontrar espacio suficiente para tener un armario para la ropa blanca. De hecho, es mucho mejor, es más higiénico, guardar las toallas fuera del baño.

Este es el típico armario empotrado de obra: normalmente, la habitación ya se diseñó con un hueco en la pared que más tarde se cerró con una puerta. Las puertas de los armarios de obra suelen ir a juego con las de la casa. En este caso lacadas en blanco.

Si tienes un armario en medio del salón o del comedor, su interior debe ser bonito de ver. Ha de estar cuidado y ordenado. En este caso es de madera y contiene toda la vajilla.

Otra opción para evitar la pesadez de toda una pared llena de armarios es usar una de las partes o cuerpos con otro fin. En este, diseñado por Begoña Susaeta, se ha creado una práctica zona de banco. 

Esta es otra de las virtudes potenciales de los armarios empotrados: la integración máxima, lograr que pase totalmente desapercibido, que se funda con la pared. En este dormitorio se ha conseguido gracias a las lamas de madera.

En este dormitorio, la decoradora Pia Capdevila en lugar de incluir un último cuerpo ha instalado un tocador con lavamanos, liberando el espacio del baño. ¡Qué gran idea! Y visualmente queda integrado.

¿Quieres convertir el armario en protagonista? Inspírate en esta idea: las lunas se han entelado a juego con los colores de la ropa de cama. Por su puesto, si la tela es un poco transparente, el resultado es mucho más ligero.

Actualmente, los armarios empotrados a medida permiten adaptarse y aprovechar los espacios al máximo. Ninguna otra opción conseguiría mejor resultado en el espacio que queda bajo esta escalera, por ejemplo. Este es un diseño de Carolina Juanes.

En las casas de campo los armarios eran, literalmente, un agujero dentro de las gruesas paredes, como si fueran "excavados". Por lo tanto, no solían ser muy grandes. Su interior era del mismo yeso de las paredes y la puerta de madera. Esta se ha pintado de azul, como el resto de las carpinterías.

Los armarios en estos espacios abuhardillados, sí o sí, deben ser a medida. En este caso se han repetido tanto el color como los materiales.

No descubrimos nada nuevo: las partes más bajas de la buhardilla son ideales para cerrar y poder almacenar. Las puertas de estos armarios empotrados, además de enteladas con un sutil lino blanco, son correderas. Una alternativa a las puertas convencionales en las zonas donde el paso es frecuente o estrecho.

¡Ojalá todos pudiéramos tener un pequeño armario en el recibidor! Nuestra vida sería mucho más fácil... Allí guardaríamos las chaquetas que usamos más a menudo y todo lo que necesitamos antes de salir o nos traemos al entrar (cascos, mochilas, correas del perro...) y que acaba apilado en el perchero. Como los recibidores suelen ser pequeños y los armarios grandes, es buena idea que el armario ocupe el menor espacio visual posible. Este es un diseño de Asun Antó y Javi Baldrich.

Un rincón de la cocina, gracias a este gran armario en "L", aglutina desde las vajillas, hasta la ropa de la casa y la zona de plancha. Es un diseño de Asun Antó.

Detrás de la puerta de un armario, hecho y pensado a medida, puede haber casi cualquier cosa. En este también se esconde una televisión y ¿quién sabe qué más?

Aunque parezca mentira, los armarios empotrados no tienen porqué tener puertas. O pueden perderlas para darles un nuevo aire u otro uso. Mira cómo ha quedado este armario abierto en el recibidor, ahora tiene hasta un pequeño banquito. 

Un armario de pared a pared y de suelo a techo puede llegar a ser demasiado, por muy blanquito y simple que sea. La solución puede ser incorporar espacios abiertos. Aquí por ejemplo, los cajones, en lugar de estar ocultos tras una puerta, están a la vista y se quedan a mitad de pared para crear una zona de tocador. 

Los armarios empotrados y las puertas suelen ir a juego. Así ganamos sensación de unidad y de calidad máxima. Aquí vemos como incluso se han elegido los mismos tiradores.

Siempre pensamos en las paredes despejadas para ubicar los armarios y especialmente los empotrados. Pocas veces nos planteamos la posibilidad de utilizar la zona de las ventanas. Fíjate en cómo usar el bajo de la ventana para hacer este banco zapatero: allí donde te descalzas, guardas los zapatos. Este diseño de Marina y Laia Reguant ¡no puede ser más ideal! 

En los espacios de montaña con un exceso de madera, los armarios empotrados pueden huir de su color natural y convertirse en una fuente de contraste. Con más razón si nos encontramos ante un armario que llena toda la pared del comedor. Este de la imagen se ha lacado en azul y el interior de los frentes de cristal se ha forrado con tela de cuadros.

Las combinaciones siempre ayudan en los vestidores que suelen tener muchos metros de armarios y pueden quedar "pesados". Y más si el material elegido es la madera. Aquí un frente está cerrado y el otro abierto con cajones y estantes.

Con este diseño tan propio del exterior, las puertas tipo persiana refrescan la decoración de este armario instalado dentro del baño. La elección de color también ayuda.

Cuando los armarios empotrados ocupan mucho espacio o, como en este caso, llegan hasta techos muy altos, una buena solución es combinar diferentes tipos de puertas. En este de la imagen, Cristina Mendoza ha elegido puertas completamente lisas en la parte de arriba y en la de abajo, puertas con cristal y enteladas en arpillera, a juego con la lámpara.