Otra opción superfácil y barata para personalizar tu armario o el de los niños son los vinilos o stikers. Muy fáciles de colocar, los hay de muchas medidas –desde los detalles mini hasta diseños murales XL– y si quieres puedes realizarlos (casi casi) a la carta.

Y si prefieres darle un aire campestre y vintage a tu armario, apuesta por frentes con tela de gallinero. Se trata de un recurso muy económico y con el que tu dormitorio respirará una atmósfera romántica retro.