30 plantas de interior que no necesitan mucha luz y... ¡son perfectas para tu casa!

Una de las plantas de interior con la que es imposible resistirse es la peperomia (Peperomia caperata). Los cuidados que necesita no son nada complicados, teniendo en cuenta que posee una increíble capacidad de adaptación a distintos ambientes, por lo que puede vivir perfectamente en zonas de interior con poca luz. 

Se trata de unas de las plantas de interior más habituales para tener en casa. El Ficus benjamina es también conocido como 'laurel de la India', 'caucho benjamina' o 'matapalo'. Gracias a su excelente adaptación a cualquier tipo de espacio, consiguen desarrollarse sin problemas en lugares con poca luz. 

Si lo que estás buscando es una flor fácil de mantener y que además sea bonita para decorar tu casa, la begonia (Begonia semperflorens) es sin duda tu flor. Esta preciosa planta de interior necesita de muy poca luz y, por tanto, es ideal para ambientes oscuros. 

La menta es una planta aromática que prefiere la semisombra porque el sol marchita sus hojas enseguida. Necesita tierra húmeda y que la maceta tenga un buen drenaje para evitar que el agua se estanque. Tendrás que regarla de forma regular y abundante, sobre todo en época de crecimiento, o sea, entre primavera y verano. 

La calatea (Calathea) procede del sotobosque de la selva tropical húmeda, con lo que no necesita (ni quiere) sol directo. Colócala junto a una ventana para que reciba claridad pero nunca el sol directo. 

Los cuidados del aloe vera (Aloe barbadensis) son sencillos, aunque necesita ciertas condiciones para prosperar. El sol directo les quema las pencas, así que le va mejor la luz indirecta. Y otro dato importante: debes plantarla en una maceta con buen drenaje. Merece la pena cuidarla bien porque es fuente de salud. Tanto, que incluso la NASA la tiene como una de sus plantas favoritas porque mejora el aire y promueve un sueño reparador.

Agradece la luz, pero no se lleva nada bien con el sol directo porque quema sus hojas. Es más, la cinta (Clorophytum comosum) se encuentra mucho mejor en lugares en sombra o semisombra. Ahora, los cuidados de la cinta cambian en invierno: riégala una vez por semana y en verano, de dos a tres veces dependiendo del calor. 

En realidad, la sansevieria (Sanseviera trifasciata) es una planta de interior y de exterior, ya que le encanta el sol, pero se adapta bien a zonas poco luminosas. Si le da la luz, se desarrollará mejor, pero si no es posible, no te preocupes: resistirá porque es dura y longeva, pero tendrá un look algo distinto, con pocos tallos nuevos y los que tenga, tendiendo a arquearse. 

Pon las bromelias junto a una ventana pero nunca a pleno sol. Y depende del tipo podrás llevarlas a una u otra parte de la casa. Si tienen las hojas gruesas, como la Bromelia aechmea, vivirán mejor en una zona seca como el salón, y si las tienen delgadas, como la Tillandsia, preferirán zonas húmedas como el baño. 

Esta trepadora soporta muy bien los espacios con poca luz pero prefiere la claridad. Eso sí, nunca sol directo. Es una planta tropical así que necesitará humedad: pulveriza sus hojas a menudo con agua tibia o pon humidificadores en los radiadores.

¿Interiores sin luz? El espatifilo es tu planta. Eso sí, si quieres que florezca es mejor que la coloques en una habitación luminosa, pero no junto a una ventana que tenga sol directo porque esto la quemaría. Para regarla, la mejor agua es la que no tiene cal y debes evitar dejar agua en el plato para que las raíces no se pudran. 

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Coloca el helecho en un rincón en semisombra, que no le dé el sol pero sí la claridad y riégalo regularmente para mantener su tierra húmeda (no encharcada). Ponlo en una maceta amplia porque necesita espacio para crecer y que no sea de plástico; mejor de barro o cerámica y de poca profundidad. 

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La violeta africana puede darte flores de interior... ¡todo el año! Si la pones junto a una ventana, la luz la hará florecer. Para regarla, no lo hagas desde arriba; ponla en un plato con agua durante unas horas y luego, retira el exceso de agua. Cuando veas que la tierra se empieza a secar, vuelve a hacer la misma operación. 

¿Esta planta trae la suerte económica o es una leyenda? Más bien leyenda pero, oye, ¡qué bonita queda! Y además, qué fácil es tenerla. Como no necesita sol es perfecta para el interior. Que le dé luz, de todos modos. No necesita mucho riego: en invierno, cada 10-12 días y en verano, una vez por semana. 

La kentia (Howea forsteriana) una planta que viste mucho el salón y tampoco necesita demasiada luz. Es una planta de interior, perfecta para espacios poco iluminados. Eso sí, aunque no requiera de mucha luminosidad, sí necesita agua. Requiere de un suelo algo húmedo, por lo que es importante que pulverices sus hojas con frecuencia.

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Los cactus y suculentas también son para interiores. Es una idea fácil y decorativa de añadir plantas en el interior. Este tipo de plantas necesitan poca luz natural, simplemente con estar un rato cerca de la ventana es más que suficiente. Además, sus cuidados son mínimos, ya que casi no requieren de agua. 

Es una planta de interior de origen tropical y que puedes cuidar de forma estupenda en el interior de cualquier vivienda. Cuenta con unas hojas bastante grandes, con algunos agujeros y es muy fácil de mantener. También es conocida como Costilla de Adán. 

La maranta tricolor (Maranta leuconera) es conocida también como 'planta de la oración' porque sus preciosas hojas se cierran ligeramente por la noche. El aliciente para cultivar esta planta tropical está en sus grandes hojas de distintos tonos de verde y con los nervios de color rojo. Para crecer feliz necesita un entorno húmedo y cálido, un riego abundante, sobre todo en verano, y poco más. No necesita mucha luz, ya que en su habitat natural, en zonas tropicales, vive en semisombra, bien protegida de la luz del sol.

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El poto (Epipremnum aureum) es una planta muy habitual en los hogares españoles. Y no es extraño porque es fácil de cultivar, purifica el aire que respiramos (absorbe el formaldehído, el xileno y el benceno) y resulta muy decorativa. Hazte con un ejemplar, colócalo en un lugar alto (como un estante o balda en la pared) y cultívala como planta colgante. No necesita mucha luz para vivir, por lo que puedes ponerla lejos de las ventanas. Cuando vayas a regarla, ten cuidado de no excederte con la cantidad de agua. Vigila el sustrato y deja que la tierra permanezca seca durante dos o tres días antes de volver a regar.

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El Adiantum o helecho culantrillo es una de las muchas variedades que existen de este género tan especial. Los helechos en general, y el culantrillo en particular, crecen muy bien en entornos húmedos y con poca luminosidad. Por eso es una planta ideal para tener en el cuarto de baño. Aunque no es demasiado grande (su tamaño oscila entre 20 y 40 cm), resulta muy decorativa porque transmite verdor y naturalidad. Riégala de forma generosa, procurando que tenga el sustrato siempre húmedo.

La belleza de la diefembaquia (Dieffenbachia maculata) reside en sus grandes hojas lanceoladas, decoradas con matices de verde, blanco y amarillo. Se trata de una planta muy decorativa que puede vivir bien en espacios con poca luminosidad. Para regarla correctamente debes vigilar que tenga el sustrato siempre húmedo. Un consejo: si es posible riégala con agua sin cal.