Cuando se trata de mantener nuestro hogar limpio como los chorros del oro, es crucial elegir los productos de limpieza adecuados. De entre todos los limpiadores disponibles en el mercado, una de las opciones más comunes es el uso de la lejía gracias a su gran poder desinfectante, la cual la convierte especialmente útil para desinfectar superficies y eliminar manchas difíciles. Sin embargo, su uso requiere precaución, ya que puede ser corrosiva y emitir vapores irritantes, incluso, causarnos dermatitis o daño en los ojos.

Como hay que tener tanto cuidado mientras se usa, tanto por nuestra salud como para no estropear objetos o superficies de la casa, muchas personas están empezando a buscar otras alternativas más naturales que les permita limpiar el hogar sin tantas preocupaciones. Por ejemplo, se está poniendo de moda usar el bicarbonato de sodio, un ingrediente natural, que muy seguramente, ya tengas por algún armario de casa porque se usa mucho en el mundo de la repostería y que, a partir de ahora, seguro que también lo usarás en tu rutina de limpieza.

Los malos usos de la lejía

A la hora de usar la lejía en la limpieza, el primer error que cometemos es que no tenemos muy claro su función:  la lejía no limpia, la lejía desinfecta y, si no tenemos esto en cuenta, podemos cometer errores garrafales como estos:

  • No la rebajamos con agua y podría estropear ciertas superficies y materiales.
  • La diluimos en agua caliente, por lo que el cloro se evapora y pierde sus propiedades desinfectantes.
  • No utilizar guantes al usarla, lo que podría ocasionar dermatitis, alergias o irritaciones cutáneas.
  • La mezclamos con otros productos, lo cual es muy peligroso para la salud, podría irritar los ojos o causar problemas respiratorios, especialmente si esos productos son amoniaco, alcohol o vinagre.
  • Creer que, cuanta más cantidad de lejía, mejor desinfectará y lo único que conseguiremos es, de nuevo, poner en peligro nuestra salud.
  • No ventilar la casa mientras limpiamos con lejía, en espacios cerrados inhalar su olor podría irritar las mucosas nasales.
  • No tener cuidado con las salpicaduras en la ropa, se la carga al momento.

 

Adiós a la limpieza con lejía

Adiós a la limpieza con lejía

El Mueble

El sustituto de la lejía

Muchas personas, habiendo experimentado los grandes errores que se pueden cometer con un mal uso de la lejía y su implicación negativa en nuestra salud, han decidido pasarse a un producto de limpieza cien por cien natural y cero dañino para la salud humana ya que no es tóxico. Se trata del bicarbonato de sodio, un compuesto químico blanco y cristalino con propiedades limpiadoras y desinfectantes

El bicarbonato de sodio tiene numerosos beneficios dentro de la limpieza del hogar, como son:

  • Desodorizante natural: El bicarbonato de sodio absorbe los olores desagradables en alfombras, muebles y refrigeradores.
  • Suavizante para el agua: Ayuda a eliminar depósitos minerales y suavizar el agua en lavadoras y lavavajillas.
  • Limpiador multiusos: Mezclado con agua, forma una pasta suave que puede limpiar superficies de forma segura, desde encimeras hasta utensilios de cocina.
  • Desatascador de desagües: Una mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre puede ayudar a desatascar desagües de manera efectiva y respetuosa con el medio ambiente.