El tamaño no siempre importa. En el caso del recibidor, por ejemplo, que sea grande no es excusa para llenarlo de objetos porque, total, hay espacio. En un recibidor grande, lo mejor es tener un armario cerrado para que así, todo lo que necesitas dejar cuando entras en casa (chaquetas, bolsos, zapatos, bufandas...) no esté a la vista. Cuanto menos se vea mejor.

Y si el recibidor es pequeño, entonces tu minimalismo debe multiplicarse aún más. Tienes espacio para una mini consola de poco fondo. Un colgador solo para lo justo y poco más. Ahh y que no falte un espejo. Te ayudará a multiplicar la sensación de espacio y la luz.

Si dudas sobre lo que debes tener y lo que no en tu recibidor te lo recordamos