Imagina que has conseguido tener un baño de revista con todas las ideas que has cogido de El Mueble. Te has tomado tu tiempo para escoger la decoración, quizás un papel pintado resistente a la humedad, un espejo bonito, cajitas de almacenaje o el mueble del lavabo que siempre has querido. Cuando tu sueño se ha hecho realidad y comienzas a utilizarlo, te das cuenta de que no te habías percatado de un pequeño detalle: los malos olores que empiezan a proliferar.
Muchos malos olores que aparecen en el baño se originan a partir de la humedad, generada por el uso frecuente del agua, como en la ducha o el lavabo, que tiende a acumularse en las superficies y a crear un ambiente propicio para el crecimiento de moho y bacterias. Estos microorganismos prosperan en condiciones húmedas y liberan compuestos volátiles que son responsables de estos olores desagradables.
Además, la falta de ventilación adecuada también contribuye a la acumulación de humedad en el baño. Si el aire no circula, la humedad se seguirá quedando en el ambiente, facilitando la aparición de moho y los olores persistentes, que también pueden adherirse a superficies porosas como cortinas, alfombras y toallas, empeorando la situación. Para evitarlo hay mil trucos, desde plantas que absorben los olores hasta sprays y otros productos químicos, pero nos vamos a detener en el truco probablemente más casero, barato y eficaz que podemos poner en práctica desde ya: un vaso de arroz.
El truco del arroz: ¿Por qué es tan efectivo?
En la búsqueda de soluciones para eliminar los malos olores en el baño, se ha viralizado una técnica casera que ha demostrado ser súper eficaz: el uso de arroz. A primera vista, puede parecer sorprendente que un simple grano de arroz tenga el poder de combatir los olores de humedad, pero, en realidad, su efectividad radica en sus propiedades naturales y características absorbentes.
El arroz es conocido por su capacidad para absorber la humedad. ¿Quién no ha metido alguna vez el móvil o un aparato electrónico en arroz cuando se le ha mojado? ¡Parece milagroso! y, en el caso del baño, tiene su explicación. Cuando se coloca en un recipiente con arroz en esta estancia de la casa, actúa como un deshumidificador natural, capturando el exceso de humedad del aire antes de que tenga la oportunidad de acumularse en superficies y causar problemas. Al reducir la humedad ambiental, el arroz ayuda a prevenir el crecimiento de moho y bacterias, evitando los consecuentes malos olores.
Paso a paso para utilizar el truco del arroz
- Paso 1. Escoge un recipiente pequeño, pero lo suficientemente espacioso para que pueda contener una cantidad generosa de arroz. Un bowl o un vaso serían más que suficientes, no hace falta llenar una palangana entera de arroz.
- Paso 2. Incorpora una cantidad adecuada, aunque no es necesario llenar el recipiente por completo. Incluso, echan tan solo un poquito ya podrías empezar a ver los resultados.
- Paso 3. Encuentra un lugar estratégico y coloca el recipiente en el baño. Puede ser en una repisa, encima del lavabo o en la parte posterior del inodoro, que suele ser efectivo.
- Paso 4. No debes dejarlo ahí de por vida. Una vez que el arroz absorba toda la humedad en un periodo determinado de tiempo, es importante cambiarlo periódicamente. Este proceso te ayudará a mantener el ambiente del baño fresco y libre de humedades y olores desagradables.
¿Un último truco para potenciarlo? Los beneficios del arroz no acaban aquí, siempre puedes añadir unas gotitas de tu aceite esencial favorito, como lavanda o naranja, y tendrás siempre un baño agradable y muy perfumado.
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