¿Lo tienes? Perfecto. Aunque ahora te vamos a hacer pensar un poquito más y es que puedes entender el recibidor como una estancia a parte, con lo cual lo ves como una pieza independiente de la casa con su propia personalidad o color, o puedes entenderlo como parte de un todo, con lo cual será bueno que tengas en cuenta, al elegir la paleta de color, el resto de la casa.

¿Solo o acompañado?

¿Qué colores hay en las paredes de las estancias contiguas? ¿Si se abre una puerta, qué color se ve a través de ella? Tenlos en cuenta si no quieres mantener siempre la puerta cerrada o pensar día sí, día también "¡¿en qué estaría yo pensando?!".

Si eliges el mismo color para el recibidor que para la estancia contigua, ampliarás visualmente el espacio porque le darás continuidad

Y si quieres armonizar el recibidor con el resto de la casa pero a la vez darle color, puedes usar las "paredes acento", es decir, no pintes todas las paredes de ese tono, sino solo una para destacarla (la principal o la que enmarque la puerta de entrada) y al resto, dale un tono neutro: el mejor, el blanco. De hecho, el blanco es siempre una apuesta segura, principalmente porque los recibidores no suelen ser espacios muy luminosos. ¿El tuyo no lo es? Entonces te interesa. Igual que este artículo que aquí te dejamos. Muy útil.