Todo lo que puedes pintar en casa para dar una vuelta real a la decoración (y por poco dinero)

Un armario antiguo, en madera oscura, se convierte en una pieza de deseo con una mano de pintura. Llévatelo al blanco total o atrévete con un color. Pero píntalo para actualizarlo y hacer que se sienta renovado y muy personal en una habitación. Nuestro truco: si las puertas tienen cuarterones o molduras, combina la pintura con tela.

Otra de las cosas que puedes pintar con color para renovar la decoración es la barandilla de madera de la escalera. Intégrala en el conjunto con un tono similar al de las paredes, destácala o juega con el color del resto de la carpintería interior.

Las puertas de paso y sus marcos (tapetas) también se prestan a renovarse con algo de color. No solo pienses en pintar de blanco las puertas oscuras en madera. Puedes darles una tonalidad menos habitual y crear así espacios muy personales. Si, además, renuevas los tiradores y pomos, ¡notarás el cambio!

Pinta el frente de un armario, es decir, las puertas, y se sentirá la renovación de la estancia. Puede que no te guste su acabado actual o que las puertas estuvieran empapeladas y te hayas cansado. Retira el papel antiguo y el pegamento. Limpia bien en cualquier caso y laca con esmalte o pintura con una base previa de imprimación. ¿No quieres encargarte tú? Busca una empresa que te las laque.

Toda la estructura de la silla o solo las patas. Siempre se habla de retapizar, pero si pensamos en cambios con color, las sillas se prestan. Y la pintura a la tiza es una buena opción, tanto en la versión para aplicar con brocha o rodillo como en espray.

Y convierte una pieza especial en única con una mano de color. Más clara si los tienes oscuros o viceversa. Así se notará especialmente el cambio. Si no quieres que destaque, opta por el mismo tono en el que esté pintado la pared. Como en este espacio de entrada en el que todas las tonalidades empastan. Ten en cuenta que los esmaltes de los radiadores son específicos para soportar el calor.

Los muebles de tamaño se pueden pintar cómodamente. Así que las mesitas de noche y el cabecero son elementos que puedes pintar sin demasiada inversión ni esfuerzo. Lo mejor es que desmontes las mesitas, su es posible; ya que te costará menos manejar y pintar a conciencia cada pieza por separado. Si no es posible, al menos saca cajones o desmonta puertas y sus tiradores.

¡Se presta! Pinta la librería por completo o juega con pintar solo la trasera y dejar laterales y frente en el tono original. ¿Quieres cambiarla por completo? Puedes pintar el frontal y empapelar el fondo o rechapar. Te parecerá nueva la librería de toda la vida. ¿Más opciones? Incorporar puntos de luz o molduras.

La cama, un baúl, el armario… alarga la vida de los muebles de la habitación infantil con color. Así podrás ir adaptando los gustos del pequeño o pequeña según crece. Acompáñalo con los textiles adecuados y disfrutarás de un dormitorio nuevo sin realizar un gran desembolso. Nos gusta la idea de usar pinturas ecológicas para evitar olores fuertes.

Otro de los muebles que puedes pintar en casa es el del baño. Así renovarás la imagen de este espacio. Cambia el grifo y el espejo, los toalleros y toallas y se obrará el milagro deco. Según sea el material del mueble deberás elegir el tipo de producto más adecuado. Para un acabado actual, sin brochazos, usa rodillos de espuma, pintura en espray o aplicada con compresor.

Según su diseño y material, puedes pintar toda la mesa, la tapa o las patas. Para actualizarla, juega con la pintura e, incluso, con algún vinilo que puedas incorporar para revestir el sobre. Lo mejor de las piezas de menor tamaño es que te animará a lanzarte con otros proyectos más "grandes" cuando veas el resultado. Así que está bien empezar por ellas.

¿Cansada de ese arrimadero de la pared? Renuévalo con pintura. Píntalo nuevamente e instala un nuevo papel pintado para la parte superior de la pared. Funciona escoger uno de los tonos del papel y llevarlo al zócalo. Para ello, en las tiendas especializadas cuentan con máquinas de creación de color a las que puedes llevar una mezcla y reproducen el tono exacto que quieres.

Los suelos también se pueden pintar. Los de madera se prestan a ello. Si está en mal estado, lo mejor es lijarlo para retirar pinturas o barnices e igualarlo. Luego puedes blanquearlo, decaparlo, barnizarlo o pintarlo.

Renueva tu cocina por poco. Para ello, pinta con esmaltes las puertas y frentes de cajón de los muebles de la cocina. Hay impresionantes "antes y después" de cocinas que se transforman con pintura. Suma algún revestimiento vinílico nuevo en suelo y paredes y el cambio será 10. Si no quieres pintar tanto, prescinde de los módulos altos y sustitúyelos por baldas corridas.

Tono sobre tono. Este rincón de comedor empasta con una mesa y banco del mismo tono que las paredes. ¿Sabías que hay marcas de pintura que ofrecen esmaltes de los mismos tonos exactos para que puedas crear libremente con color? Por ejemplo, Jotun. Así puedes pintar puertas y muebles con esmaltes idénticos a los productos para las paredes.