10 tendencias de verano en IKEA para salones relajados, fresquitos y cómodos

La sostenibilidad es una prioridad para IKEA, y esto se refleja en el uso de materiales naturales como la madera sin tratar de la butaca, el panelado lacado de verde de la pared, los cestos de fibras naturales que están sobre el armario o el lino orgánico de cortinas o cojines. Estos materiales no solo son ecológicos, sino que también añaden un toque cálido y auténtico al espacio, conectando el interior del hogar con la naturaleza.

Este verano, los colores neutros como el beige, el blanco roto, los grises y los tonos tierra dominan la paleta de IKEA. Estos colores aportan calma y frescura al salón, creando un ambiente acogedor y relajante. La versatilidad de estos tonos permite combinarlos fácilmente con otros colores y texturas, adaptándose a diferentes estilos de decoración.

Con el calor del verano, los textiles ligeros y frescos como el algodón y el lino son imprescindibles. Las cortinas translúcidas, los cojines de colores claros, con estampados refrescantes como los lunares, las mantas ligeras con textura waffle y las alfombras finitas no solo aportan confort, sino que también permiten que la luz natural fluya libremente, creando un ambiente luminoso y aireado.

La incorporación de plantas de interior sigue siendo una tendencia fuerte. Las plantas no solo mejoran la calidad del aire, sino que también añaden vida y color al salón. IKEA ofrece una variedad de macetas y soportes para plantas que facilitan la creación de pequeños jardines interiores, ideales para conectar con la naturaleza desde la comodidad del hogar.
 

La simplicidad y la funcionalidad del diseño escandinavo siguen siendo un pilar en la decoración de IKEA. Este estilo se caracteriza por líneas limpias, espacios despejados y una estética minimalista que busca crear ambientes tranquilos y ordenados, perfectos para el bienestar y la relajación. ¿El toque especial? Los tonos pastel en las paredes y en los tapizados de sofá.

La tendencia hacia la vida en espacios más pequeños y funcionales ha impulsado a IKEA a crear muebles modulares que se adaptan a diferentes usos. Sofás que se convierten en camas, mesas extensibles y estanterías modulares permiten maximizar el espacio disponible y ofrecen una gran flexibilidad en el diseño del salón. En este salón, por ejemplo, unas sencillas baldas movibles hacen de separador de espacios, de macetero vertical y de estantería para almacenar cajas o libros.

Menos es más en la decoración del salón. IKEA propone accesorios decorativos minimalistas, como jarrones de cerámica, marcos de fotos sencillos y plantas en macetas discretas, que aportan un toque de personalidad sin sobrecargar el espacio. Estos elementos decorativos se integran perfectamente en el estilo escandinavo.

La organización y el orden son esenciales en el hogar moderno, y IKEA lo sabe bien. Este verano, las soluciones de almacenamiento inteligente, como estanterías con compartimentos ocultos, bancos con espacio de almacenaje y cajones organizadores, ayudan a mantener el salón despejado y funcional.

La iluminación juega un papel crucial en la creación de ambientes acogedores para verano. IKEA apuesta por lámparas de pie, apliques de pared y luces LED regulables que permiten ajustar la intensidad de la luz según la ocasión. La iluminación ambiental suave y cálida es clave para lograr un espacio confortable y atractivo.

Los detalles en fibras naturales como el mimbre, el ratán y el yute están en auge. Estas texturas aportan un toque artesanal y orgánico al salón, complementando perfectamente con los colores neutros y los materiales sostenibles. Además, son ideales para crear ambientes frescos y veraniegos.