Navidad en pisos pequeños: 15 ideas ingeniosas y con encanto para decorar tu casa sin sacrificar espacio: donde caben 2, caben 3

 ¿Te cabe un árbol de Navidad tamaño estándar? ¡Genial! Pero es muy importante que elijas el lugar idóneo para que no moleste en caso de que el comedor tenga que crecer y que tampoco sea un obstáculo para el día a día. Aquí se ha optado por colocarlo entre el comedor y el salón, una opción muy práctica en salones abiertos. 

¿El árbol se te come la mitad del salón? Antes de decidir prescindir de él, valora optar por uno mini, como este. Hará las mismas funciones que uno más grande y apenas ocupará espacio. Y a los niños les encantará decorar su arbolito de Navidad. 

 Si ni la opción más mini te cabe, ¿por qué no hacer tu propio árbol para colgar? No te restará espacio en casa y a los niños les encantará, porque además podrán ayudarte a confeccionarlo. Aquí se han usado 5 varillas de madera de diferentes tamaños a modo de ramas y se han unido con una cinta decorativa de doble cara que se ha coronado con una argolla para colgarlo. ¡Solo quedará decorarlo!

Sin duda, el gran aliado cuando hay reuniones familiares son las mesas extensibles, que pueden llegar hasta a duplicar su capacidad. En el caso de que no cuentes con una, una alternativa es unir otra mesa o completar la mesa con un tablero y unos caballetes. Es importante que a la hora de vestir la mesa optes por un mantel XL que llegue hasta el suelo para ocultar los caballetes.

¿No cabéis todos en la mesa? Si hay varios niños pequeños, una opción que además les encantará es reservarles una mesa aparte solo para ellos, así liberas la principal. La mesa del office o una de camping plegable te servirán. Elige platos de usar y tirar, los hay muy bonitos, a poder ser a juego con los de la mesa de los mayores y que no falte un centro con una guirnalda luminosa, ¡seguro que les encantará!

Los platos, los vasos y las copas, los cubiertos, la comida... ¡Y el centro de mesa! Es muy decorativo y no puede faltar en una mesa de fiesta, pero ocupa mucho espacio. Si no quieres renunciar a él, pero tampoco estar comiendo encorsetados, organiza un centro de mesa navideño que puedas quitar fácilmente de la mesa una vez estéis todos sentados, como este, donde se han reunido diferentes elementos en una bandeja. Basta con llevarse la bandeja y adiós centro.  

Es habitual en Navidad tener más cubiertos de los que usamos a diario, y claro, a más cubiertos, menos espacio en la mesa. Una manera decorativa y muy práctica de liberar la mesa es reunir los cubiertos de uso más puntual, como los de pescado o los de postres, en un vaso o jarra decorativa en un extremo de la mesa o en una camarera. Y cuando se necesiten, que cada uno coja el suyo. Los de postres puedes reunirlos en un atadillo, será más práctico. 

Un banco hace maravillas, porque en el espacio que caben cuatro sillas pueden sentarse en un banco cómodamente hasta seis personas. Las sillas plegables son otra opción muy práctica, ya que ocupan menos espacio que las de uso habitual. Y si tienes sillas con reposabrazos, que suelen ser más voluminosas, resérvalas para la cabecera de la mesa o los extremos, así liberarás espacio y podrás incluir alguna silla más.

Si no te cabe un centro, busca alternativas para decorar de fiesta la mesa. Como vestir las sillas con un adorno, como se ha hecho aquí. También puedes hacer servilleteros personalizados para cada comensal o dejarles en el plato un pequeño detalle como obsequio. 

El comedor es el centro neurálgico de las fiestas de Navidad, pero si eres de los que te gusta trasladar la sobremesa al salón, debes pensar en soluciones para sumar asientos. Los pufs son un clásico. Pero además puedes colocar grandes almohadones en el suelo, donde pueden sentarse los más pequeños. También puedes aprovechar el reposabrazos, si es mullido como este, como asiento extra. Lo importante es que estéis todos juntos. 

Basta con mirar con otros ojos el mobiliario de tu casa. Ahí van algunas ideas: si cuentas con un mueble bajo para la tele, libéralo y equípalo con cojines y ya tienes tu banco. ¿La repisa de la ventana? Lo mismo. O incluso puedes reconvertir el leñero, como se ha hecho aquí, en un banco junto al fuego.

Siempre que puedas, agrupa los regalos en una cesta, ocuparán mucho menos que esparcidos en el suelo debajo del árbol. Además, resultarán decorativos por sí solos.  

Convierte las paredes y las ventanas en una superficie más para decorar, con la ventaja de que no se comerán ni un cm de casa. Una guirnalda luminosa en las ventanas del salón, copos de nieve de fieltro en los cristales, adornos de alambre como estos... Es posible vestir de Navidad tu casa, por pequeña que sea, con detalles que no ocupan espacio. 

Vuelve única la entrada de tu casa, sobre todo si es natural como esta... ¡y sin restar ni un cm útil! Esta corona navideña, de Bouquet, se ha confeccionado con pequeñas piñas, ramas de ciprés y eucalipto y cinta (de Pepa Paper).