Muchos hogares anticuados, necesitan un lavado de imagen y una segunda oportunidad para convertirse en las casas de ensueño de sus propietarios. Así ocurrió con un apartamento ubicado en Calella de Palafrugell, en la Costa Brava, que fue construido en los años 80. La vivienda estaba muy desfasada, pero el estudio de interiorismo Laura Martínez consiguió realizar la espectacular reforma integral que sus clientes tanto tiempo llevaban esperando. La transformación ha sido espectacular, con un derribo prácticamente total que ha dado paso a un espacio totalmente renovado, muy luminoso y vibrante.
La nueva distribución contempla una zona de día con terraza, formada por comedor, cocina abierta, salón y un baño y una zona de noche con tres dormitorios y un baño. En cuanto a la decoración interior, se caracteriza por un minimalismo cálido, donde el blanco impoluto suma calidez con elementos en madera y un toque marinero, gracias a algunas pinceladas de azul.
"En este proyecto, nuestros clientes confiaron en nosotras para darle el broche final perfecto. Incluimos la propuesta y montaje de textiles, ropa de cama, decoración y equipamiento, dejando todo listo para entrar y disfrutar de inmediato. Cada detalle fue cuidadosamente seleccionado para crear un ambiente acogedor y totalmente funcional" comenta la interiorista. ¿Lo vemos? ¡Vamos!
De piso anticuado de los años 80 a pisazo con mucha luz