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Actualizado a 28 de marzo de 2023, 08:52
Inspírate con estas propuestas con arrimaderos y zócalos.
El Mueble
¿Quieres decorar y vestir tus paredes con un toque infalible? Olvídate de las paredes lisas y adéntrate en el interesante mundo de los arrimaderos. En esta ocasión te mostramos cómo combinarlos con papel pintado. El primer consejo: que el protagonismo se lo lleve uno u otro, con color o con motivos que destaquen. Así conseguirás un resultado más equilibrado y armonioso.
El zócalo a media altura pintado de blanco consigue que el relieve de las molduras destaque y dé más luz al papel estampado, con base clara y motivos en tonos tierra. La combinación es tan cálida como luminosa. Los muebles crean un rincón natural y acogedor con la consola y los espejos de madera de Catalina House, las plantas y la lámpara tallada de Sacum.
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Escritorio de Sacum y colgador de Maisons du Monde.
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Un zócalo liso combinado con rayas
Cuando el zócalo tiene tanto protagonismo, como este de madera pintado en verde de Bruguer, el papel debe ser todo lo contrario. Aquí elegimos un modelo de sutiles rayas, también verde, que además incrementa la sensación de altura, un truco muy útil que puede aplicarse en otras estancias de la casa. Los muebles son más desenfadados y aportan personalidad y contraste.
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Papel pintado de Morris&Co disponible en Gancedo.
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Estampados florales que aportan calidez
Un arrimadero en blanco roto y liso ha sido la mejor elección para acompañar sin recargar la pared con papel pintado de flores. Los muebles refuerzan esta atmósfera romántica: la cómoda francesa es de Antrazita, la lámpara es de Sacum y el taburete de madera de La Maison. Un truco de estilista: la alfombra es del mismo color que el arrimadero.
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Revestimiento de Leroy Merlin.
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Un arrimadero que hace las veces de cabecero
En este dormitorio el arrimadero está hecho con lamas de madera de pino teñido de azul con acabado envejecido, pertenecientes a la serie Easylambriso de Leroy Merlin. Están rematadas con un friso antiguo que va de pared a pared y que permite usarlo como repisa, consiguiendo con ello un efecto muy decorativo y acogedor. La propietaria escogió el blanco y el azul como colores para que fuera a juego con la ropa de cama, con la lámpara y con el paisaje que entra por el precioso y enorme ventanal.
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Pintura de Stencil Barcelona. Papel de Coordonné disponible en Amper Decor.
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Fibras naturales también en zócalos
Un arrimadero es muy práctico en el office: protege las paredes en una zona donde las sillas suelen rozar. Aquí se ha elegido un revestimiento de rafia (de Saint Honoré) que da textura a las paredes y agrega un toque cálido. Puedes lograr un efecto similiar con un revestimiento vinílico tipo bolón (empleado en campamentos y zonas exteriores) muy fácil de limpiar. El papel japonés es el modelo Rafia de Coordonné, con acabado mate y con relieve.
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Molduras de Orac Decor
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Un arrimadero que en realidad no lo es
Crear una falsa sensación de arrimadero es muy fácil de hacer, y queda fenomenal. Basta con pintar hasta 1/3 de la altura de la pared (suelen ser unos 90 cm) y rematar con una moldura. Si dudas sobre dónde poner el arrimadero, acerca una silla a la pared. Donde llegue el respaldo te indicará la altura. El arrimadero tostado combinado con paredes blancas resulta más ligero visualmente. Las de Orac Decor son ligeras, fáciles de instalar y te permiten crear muchas figuras.
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Papel de Sanderson disponible en Gancedo.
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Arrimaderos también en la habitación de los niños
La combinación de arrimadero de lamas y papel pintado es perfecta en la habitación de los niños. El arrimadero protege las paredes a la altura de la cama y el papel vinílico las decora y se limpia sin problemas. El papel pintado en blanco y arena es luminoso y sufrido. Un papel estampado siempre es más difícil de casar, pero disimula muy bien manchas e imperfecciones. Si es para una zona reducida, mejor elegir estampados pequeños.