Una segunda vivienda es tan importante como la principal, puesto que es un refugio de escapada que se disfruta al máximo para, por ejemplo, pasar verano interminables junto a la familia. Así, los propietarios de una residencia en Lloret de mar (Barcelona), contactaron con el estudio de arquitectura e interiorismo Núria Selva para conseguir dar a esta casa unifamiliar ese sentimiento de sentirse en casa.
Los residentes, acababan de comprarla, y aunque no querían llevar a cabo una reforma integral, sí que accedieron a cambiar varias cosas para conseguir un interiorismo de calidad en el que se pensaron todos y cada uno de sus detalles. En dicha reforma, se optó por mantener el pavimento cerámico de toda la casa y crear un contenedor en tonos piedra mediante la pintura de las paredes y techos. Al no poder cambiar el pavimento se decidió colocar muchas alfombras para dar calidez a los espacios. Los tejidos naturales y el mobiliario de madera aportan el punto de calidez característico del estilo mediterráneo.
Hoy la vivienda, con un interiorismo moderno pero atemporal, despierta sensaciones de calma, perfectas para desconectar los fines de semana y ser el mejor refugio en vacaciones ¡Qué fantasía! Te enseñamos el resultado final. ¡Mira, mira!