No pintar (o pintar) el techo de blanco es algo que casi nunca te planteas. En el momento de elegir el color para tus paredes, normalmente pasas de largo el techo y das por supuesto que va en blanco. ¿Los motivos? La costumbre, casi siempre son de esa tonalidad, cierto miedo a empequeñecer u oscurecer la estancia y, por último, cierta cautela: el atrevimiento en decoración puede jugar malas pasadas. Mejor no arriesgar.
Sin embargo, colorear la llamada quinta pared ofrece muchas posibilidades, permite abandonar esa pulcritud y limpieza con la que ni siquiera está de acuerdo el minimalismo (cálido) actual y nos ayuda a crear estancias con personalidad. Además, y no menos importante, es una forma económica de renovar el look de un espacio que, incluso, puedes hacer tú misma.
Recuerda que pintar el techo del mismo color o de tonos similares que los elementos decorativos de la estancia, establece un diálogo cromático en el espacio, que favorece la armonía y equilibra proporciones. Permitiéndote ser atrevida de forma elegante. Para que no tengas dudas al respecto, estas 8 claves te ayudarán a decir adiós a los clásicos techos blancos en favor del color.
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Usar un color más oscuro, baja su altura y aumenta su calidez
Bruguer
Úsalo a tu favor
Juega con el color para bajar (o subir) la altura de una habitación. Si quieres 'bajarlos', lograr acercarlos y un plus de calidez, lo ideal es pintarlo de un color más oscuro que el de la pared, como en este salón donde destaca sobre la caja neutra clara. Mientras que, si buscas el efecto contrario, lograr altura, usa un color más claro, blanco incluido.
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Para un efecto envolvente, lleno de calidez
El Mueble
Paredes y techo a juego
Si quieres un efecto envolvente, nada mejor que pintar las paredes y el techo del mismo color, lo que no implica empequeñecer el espacio, sino hacerlo más cálido y acogedor. En función de la luminosidad de la estancia y de sus dimensiones, usa un tono más o menos intenso. Debe resultar envolvente, no asfixiante.
Por eso, en habitaciones pequeñas, lo ideal es usar tonos pasteles para paredes y techo, si quieres armonía sin perder sensación de amplitud. Mientras que en espacios como este recibidor, amplio y lleno de luz, puedes usar tonos intensos y oscuros. Fíjate en el ribete de la alfombra también en gris oscuro.
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Los techos en tonos pastel derrochan elegancia y calma
Little Greene
Cuestión de colores
A la hora de elegir el color para tu techo, piensa que no hay tonalidad prohibida, todo depende del efecto que quieras lograr, de las características del espacio y del atrevimiento que estés dispuesta a asumir. Como norma general, los tonos tierra como los suaves como el rosa ‘calientan’ el espacio, mientras que los oscuros aportan sensación de calma y comodidad.
Así, con paredes blancas, el techo negro o azul marino creará especialmente un ambiente chic y elegante. Mientras que, con paredes oscuras, los tonos pastel serán perfectos. En este salón se han combinado paredes en dos tonos de verde con un techo rosa pálido. El resultado derrocha estilo y sofisticación.
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Favorece la tensión visual y crea una atmósfera llena de encanto
Bruguer
En modo color acento
El contraste entre paredes y techo crea impacto al instante, lo que hace que las miradas se dirijan directamente hacia arriba. En este espacio, se ha pintado el techo y una de las paredes en el mismo tono, contrastando con el blanco del resto de paredes y mobiliario.
Lo ideal es combinar techo y suelo (o alfombra) y contrastarlo con las paredes. Una forma de hacer crecer la tensión visual y con ella, el encanto de la estancia. Los pasillos pueden dar mucho juego con esta fórmula cromática.
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La combinación con madera incrementa la calidez
El Mueble
Juega con la decoración
Aunque el blanco y sus múltiples versiones (existen casi 100 tonalidades) pueden dar mucho juego, lo cierto es que subir los colores al techo envolverá la estancia y logrará al instante una atmósfera cálida y llena de matices, para la que no es necesario pintar estrellas.
Para lograr un resultado perfecto y armonioso, ten en cuenta el resto de colores y materiales del espacio y úsalos a tu favor. Como en esta cocina donde el azul potente y elegante logra un plus de estilo y calidez junto al mobiliario de madera.
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Multiplica su efecto pintando a juego el resto de elementos
El Mueble
Para disimular o potenciar
Los techos de colores ofrecen muchas posibilidades prácticas. Pueden ser una buena manera de esconder imperfecciones, destacar elementos arquitectónicos, como molduras y vigas, y potenciar el efecto de los juegos de luces y sombras.
Así, si un espacio cuenta con unas vigas muy marcadas, una buena idea es que luzcan aún más y aporten un plus de estilo. Para potenciar aún más ese efecto, lo idóneo es pintar del mismo tono todos los elementos: radiadores y rejillas de aire acondicionado. ¿La prueba de que funciona? Este dormitorio abuhardillado.
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Los techos oscuros brindan muchas posibilidades decorativas y prácticas
El techo rara vez está expuesto a la luz directa. Por este motivo, los colores no tienen un efecto tan intenso y te permiten optar, sin ser demasiada atrevida, por un tono un poco más fuerte, como en este recibidor donde el granate (uno de los colores de la temporada) sube de las paredes al techo, sin pedir permiso.
Ve en él un espacio creativo para llevar a cabo ciertos riesgos que no asumirías ni en paredes ni en piezas de mobiliario principales. Aunque no lo creas los techos oscuros son ideales para habitaciones pequeñas, pero con los techos altos.
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Verde, azul o amarillo suaves son tres buenas opciones
Jotun
Para multiplicar la luz
En espacios donde no hay una lámpara de techo, una buena idea es pintar el techo de un color suave, que no sea blanco. El verde, el azul o el amarillo son buenas opciones. Como en este salón, donde paredes y techo se alían con el un tono claro de verde, aumentando la luminosidad y favoreciendo la sensación de amplitud.
Además, de esta forma, lograrás una estancia más confortable, delimitar ambientes o estancias abiertas…