Adiós cabeceros anticuados: 10 ideas modernas que darán un aire espectacular a tu dormitorio

Nada como una pared de color para que un cabecero blanco se convierta en una auténtica sensación. En este dormitorio, la pared panelada en madera y  pintada en verde es el mejor lienzo. Si buscas un cabecero moderno, pero al mismo tiempo que el contraste esté presente en la decoración de tu dormitorio, combina el color blanco con uno más oscuro, como este verde. Incluso puedes aplicarlo al revés: una pared blanca y un cabecero de color. ¡El efecto será moderno y muy llamativo! 

Nada como una pieza con doble función para darle un toque más actual al dormitorio. En esta habitación, el cabecero tiene, incluso, un triple objetivo. Por un lado, sirve para enmarcar la cama en la estancia; por otro, ofrece un espacio extra de almacenaje; y en tercer lugar, actúa como separador entre la zona de descanso y el vestidor. Lo mejor es que, al ser blanco, su presencia no es nada pesada, sino todo lo contrario. ¡Qué acierto! 

Ya llevamos un par de años viendo cómo esta tendencia va ganando peso. En lugar de un cabecero como tal, muchos decoradores e interioristas apuestan por revestir lo que sería la ubicación del cabecero con una cerámica con acabado en madera. Esta, además, cuenta con un relieve que suma elegancia y un punto sofisticado. Entre sus ventajas la durabilidad y el efecto óptico de que los techos son más altos. Eso sí, cambiar la cama de ubicación no es tan fácil. 

Este original y moderno cabecero de obra nos encanta. Diseñado para salvar los retranqueos en diagonal de la pared y que la cama quede completamente enmarcada, los listones del lateral esconden en su interior el aire acondicionado, de manera que su fea presencia queda oculta sin renunciar a la comodidad que ofrecen estos aparatos. Además, pintado en gris NCS S 4500N, ofrece un resultado moderno, pero también y luminoso, perfecto para una zona de descanso. Combinado blanco y los tonos cálidos de la ropa de cama, el resultado es extra acogedor.

Nada como un cabecero blanco con ribeteado en negro para darle un toque moderno al dormitorio y llevarlo a una nueva dimensión. Incluso modelos como este, de líneas más clásicas y sobrias, se beneficia de este tipo de tapizado para aportar un look actual y contemporáneo a la habitación. 

Ya hemos visto que los cabeceros de fibra natural son toda una tendencia. Son cálidos, modernos y aportan un look desenfadado perfecto para dormitorios de verano. Pero si buscas un modelo más sencillo, pero también más moderno, apuesta por uno como el de esta propuesta. Aquí el cabecero luce un original entramado de fibras con un resultado más ligero y actual, que no recarga la estancia y con un menor peso visual (sin robarle el protagonismo). 

Como sacado de un dormitorio de los años 20, este cabecero tapizado es característico por su diseño. En él se combinan las líneas sencillas y las orgánicas y destaca su elegante confección con costuras verticales terminadas en puntas redondeadas. Aquí el estilo más moderno y actual, junto con la delicadeza y el estilo son una garantía. 

¿Buscas un cabecero actual y que no pase de moda? La mejor opción son los modelos de líneas sobrias y sencillas, preferiblemente rectas que combinen con cualquier estilo y complementos. Si es de lino, te aseguras también que el resultado es cálido y acogedor. Y en cuanto al color, ¿quién dijo que el beige es aburrido? Combinado con otros colores más fríos y cálidos, como aquí, puede ser el color de transición perfecto. 

Una de las claves a elegir un cabecero, además de que aporte estilo a la habitación, es que debe ser una pieza cómoda. Esto cobra especial importancia si nos gusta leer o ver una serie desde la cama. Por eso, ese modelo con los laterales algo curvados y en un tapizado en terciopelo en gris marengo es cálido, moderno y elegante. Lo mejor es que parece que te abraza. ¡Nos encanta!

Otra opción si tienes un dormitorio pequeño o quieres una decoración más ligera es apostar por no colocar un cabecero. Es lo que se ha hecho en esta habitación, donde la cama queda enmarcada en la pared con retranqueos, como si la cama estuviera encajada, efecto que se ve acentuado con los apliques. Además, aquí, el techo de madera ya tiene una imponente presencia, por lo que las escasas dimensiones se benefician de esa ausencia.