Andrés Tarazona, interiorista: "Los cabeceros de madera nos hacen más felices y nos benefician emocionalmente. Además son muy estilosos"

La elección acertada del cabecero es una de las claves a la hora de lograr que el ambiente de tu dormitorio favorezca, no solo tu descanso, sino también tu equilibrio emocional. En este aspecto concreto, en el bienestar emocional, el cabecero de madera es el más indicado. El interiorista y diseñador de muebles Andrés Tarazona destaca 3 características que convierten a un cabecero de madera en un elemento decorativo y natural que regula tus emociones.

 

1. Conexión con la naturaleza

En cualquier imagen que evoquemos con nuestra imaginación, al sentir que conectamos internamente con la naturaleza, solemos, en esas imágenes mentales o sentidas, contemplar la madera. Inconscientemente, la madera de los árboles y plantas nos lleva directamente a un lugar dentro de nosotros desde donde nos resulta más fácil sentir que todo fluye con naturalidad. Este es el motivo por el cual, a nivel general, la presencia de la madera natural en un ambiente nos genera una sensación de conexión con el entorno mucho más serena y profunda que cuando la madera está lacada o tapizada. Por ello, un cabecero de madera natural puede convertirse, al entrar en nuestro dormitorio y contemplarlo, en un activador natural que despierte nuestra capacidad innata de autorregular nuestros procesos emocionales.

2. El diseño como reflejo del alma

Las elecciones que hacemos sobre la decoración, el orden o la distribución en nuestro hogar son una proyección de nuestro propio orden y armonía interior. Esta proyección que emitimos a nuestro alrededor puede ser consciente o inconsciente. Cuando lo hacemos de forma inconsciente, proyectamos nuestro estrés, nuestros miedos y nuestros bloqueos a nuestro alrededor, eligiendo colores, materiales y formas que facilitan a estas emociones mantenerse activas y reafirmar su sentido dentro de nosotros.

En cambio, cuando ponemos consciencia a esta proyección, podemos hacer de nuestro hogar nuestro aliado emocional y generar a nuestro alrededor el ambiente de paz y serenidad que deseamos evocar en nuestro interior. Si aplicamos esta consciencia al amueblar un dormitorio, los cabeceros de madera natural con diseños y líneas suaves y horizontales se convierten en la inspiración ideal para llevar nuestras emociones al nivel de serenidad y equilibrio que deseamos.

Un cabecero de madera te conecta con la naturaleza.

3. Protección emocional y física

Como seres humanos, más allá de los aspectos mentales y físicos como los pensamientos o la alimentación, hay un factor sutil que influye mucho en nuestro equilibrio emocional, que es la vibración de la energía que nos rodea.

Si el ambiente que nos envuelve tiene alteraciones o tensiones, ya sean eléctricas (emitidas por aparatos o electrodomésticos) o sentimentales (emitidas por las personas con las que convivimos), nuestro equilibrio emocional suele verse alterado.

Esta influencia tiene mucha más relevancia cuando nos disponemos a dormir, ya que, si percibimos a nivel sutil alguna alteración, nuestras ondas cerebrales no logran relajarse completamente y tampoco lo hacen nuestras emociones.

Esta alteración es muy común verla en personas que duermen con cabeceros de metal o con cabeceros tapizados con fibras sintéticas, ya que tanto el metal como la fibra sintética son conductores de electricidad y al tener la cabeza cerca del cabecero dormir, pueden percibir si existe alguna alteración en el entorno o en la persona con la que duermen, llevando esta percepción a alterar sus propios ritmos psicológicos y emocionales.

Por este motivo, la madera, al ser un elemento aislante natural y no conductor de electricidad, se convierte en el material ideal para tener como respaldo a la hora de dormir para descansar sin alteraciones externas.

 

Esta estructura de cama de IKEA es de madera de pino y se trata del modelo NEIDEN

5 parámetros del cabecero de madera ideal:

• Las maderas fuertes como el haya, el roble o el nogal evocan su propia fortaleza.
• Las maderas claras como el haya, el roble o el maple favorecen la suavidad de carácter, mientras que las maderas oscuras como el nogal facilitan la integridad emocional.
• Las líneas y formas horizontales mejoran la calidad de la comunicación y la serenidad emocional.
• Si el cabecero no apoya en el suelo y va colgado de la pared, es importante que comience por debajo de la línea de la almohada, de forma que la cabeza sienta respaldo.
• Cuando más natural sea el tratamiento de pulimento que ha recibido, mayor será la facilidad para conectar con sus beneficios.

Seguir estos consejos convierten a un cabecero de madera en un elemento mucho más profundo que un mueble; lo convierten en un activador de nuestra búsqueda de paz interior y de conexión con nuestra alma.

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