El dormitorio favorito de las francesas: colores neutros, muebles vintage y mucho más

Las francesas decoran el dormitorio en tonos blancos, grises o beiges. Una paleta cromática que llevan a paredes, telas e incluso piezas de mobiliario para crear un telón de fondo tranquilo y atemporal, que permite permite acentuar detalles en tonos más vivos o texturas naturales. Es la clave del aire sereno y elegante que se respira en sus habitaciones.

A la hora de vestir su dormitorio, las mujeres francesas eligen fibras naturales como el lino, en la tapicería del cabecero y las cortinas; algodón, en sábanas y fundas de almohadas, y lana, en mantas y alfombras. Una preferencia que no solo está arraigada en la tradición artesanal francesa, sino que también refleja un compromiso con la calidad y la sostenibilidad en el diseño interior.

En los dormitorios de las mujeres francesas no verás piezas innecesarias. Ellas no sobrecargan el espacio, prefieren mantenerlo despejado. Por eso, cuidan mucho los muebles y accesorios que colocan. Y por lo general, optan por diseños sencillas.

Entre las piezas del mobiliario, las francesas sienten debilidad por los muebles vintage o de época, frecuentemente restaurados, que añaden carácter y personalidad al espacio. Estos muebles, seleccionados con cuidado, suelen ser piezas únicas que han resistido el paso del tiempo y cuentan con detalles artesanales que reflejan la calidad y el estilo de épocas pasadas. Desde cómodas y mesitas de noche hasta espejos y cabeceros de cama, cada pieza contribuye a la estética elegante y atemporal del dormitorio francés. Ellas tienen el famoso Mercado de las Pulgas de París o la feria de antigüedades Foire de Chatou, y nosotras, El Rastro de Madrid, la Fira de Brocanters de Tarragona, el Mercado de Antigüedades de Sevilla… lugares donde puedas encontrar piezas únicas.

A la hora de decorar el dormitorio, las francesas son moderadas con los accesorios y los que eligen han sido cuidadosamente seleccionados: espejos dorados con marcos elaborados, delicadas lámparas de cristal, obras de arte… detalles que enriquecen y elevan el nivel de la decoración. 

Si hiciéramos una encuesta entre las mujeres sobre en qué merece la pena invertir a la hora de decorar el dormitorio, la ropa de cama de calidad sería, sin duda, una de las opciones más mencionadas y valoradas por su influencia directa en la comodidad y el bienestar durante el descanso. Prefieren sábanas y fundas de almohada confeccionadas en lino o algodón percal, un tejido fino y resistente, que proporciona una sensación suave y fresca al tacto.

Ese aire íntimo y confortable que se respira en los dormitorios de las mujeres francesas se debe, en gran parte, a la iluminación. Suelen utilizar lámparas de mesa con pantallas de cristal o de tejidos naturales que difunden la luz de manera delicada y difusa, para crear puntos de luz focalizados y funcionales al lado de la cama o en rincones estratégicos. También son fans de los apliques de pared y de las velas, que reservan cuando quieren añadir un toque romántico a la decoración.

Las francesas también dan mucha importancia a las flores y en sus dormitorios siempre verás arreglos elegantes y sencillos que, además, infunden un aroma delicado y agradable. Rosas, peonías, lavanda o tulipanes, en colores que armonicen con la paleta neutra del dormitorio, son sus variedades preferidas. 

A las francesas les gusta jugar con muebles y complementos de diferentes épocas y estilos para crear ambientes llenos de personalidad. Así, sus dormitorios pueden incluir una cómoda antigua restaurada junto a modernas lámparas de diseño contemporáneo, o un espejo barroco contrastando con una cama de líneas rectas y sencillas. 

En la decoración de su dormitorio, las francesas dan mucha importancia a las obras de arte como medio para expresar su personalidad. Buscan piezas (pinturas, retratos, fotografías, ilustraciones…) que no solo enriquezan visualmente el ambiente, sino que también sirvan como puntos focales que inviten a la contemplación y a la reflexión, que tengan un significado especial para ellas.

Les gusta vestir las ventanas de su dormitorio con tejidos livianos, especialmente, con visillos de lino, que permitan que la luz del día entre de manera difusa para lograr una atmósfera luminosa y acogedora en el dormitorio. 

También valoran la creación de ambientes específicos para diversas actividades. Por ejemplo, si las dimensiones del dormitorio lo permiten, no dudan en dedicar un rincón para la lectura, montar una zona de trabajo o un elegante tocador donde arreglarse con calma y disfrutar de un momento de cuidado personal.