Una casa palacete elegante y espectacular en París decorada por Pia Capdevila

En el salón, como en el resto de la casa, la decoradora jugó con el contraste de claros y oscuros, usando el negro como punto rompedor: "Creo que un espacio con estas alturas, de más de 4 metros, y esta luz se lo puede permitir sin problemas. De hecho, la paleta cromática parte del blanco, con toda una serie de gamas de tonos piedra, y muere en el negro. Pero siempre trabajando con una base de piedra, muy cálida para lograr este ambiente acogedor", explica Pia Capdevila. 

Una de las piezas clave de la zona de día es el espectacular vestíbulo, que Pia restauró y potenció con la reforma: "Es un cubo acristalado que hace de prerecibidor, creando una sensación de recogimiento muy agradable cuando llegas a casa. Además de inundar de luz la zona de día, nos ayudó a separar el salón y el comedor, que situamos simétricamente a ambos lados", recuerda.

La distribución diáfana de la zona de día obligó a la decoradora a unificar la línea estética del salón y el comedor, con un arrimadero de madera lacada blanca y una paleta cromática con una cálida base piedra que vira a grises y negros.

"Todos los espacios de esta casa son muy amplios y los propietarios temían que se vieran fríos y desangelados, un poco de showroom. Para evitarlo, jugamos con piezas grandes, como la mesa de madera del comedor que mide más de 4 metros, o las lámparas gigantes, que llenan mucho el espacio. Y hemos abusado del elemento chimenea para simular 'calor'. Optamos por las piezas justas y necesarias para que el comedor no se viera desangelado pero en tamaño XL", sostiene la decoradora. 

Si en el salón se impone un look más actual, donde las líneas rectas dominan, en el comedor la decoradora apostó por vestir la mesa con sillas isabelinas que reproducen mobiliario de época. Además, se han tapizado a juego con las cortinas. 

Viéndola ahora cuesta creerlo, pero la cocina era la estancia más oscura de la casa. "Jugamos mucho con los techos abovedados que ya existían y la iluminación para potenciar la luz. Esto nos permitió colocar mueble en color piedra clarito muy acogedor e integrarle una encimera negra de granito, muy atrevido. Con ello buscamos crear contraste con una cocina que tiene un punto clásico", recuerda Pia. 

Pia reservó el espacio junto la ventana, que da a un pequeño jardín, para el office, que equipó con un banco en "L" muy cómodo y una gran mesa cuadrada. Una mesa que tiene truco, porque la decoradora la proyectó con el mismo sobre de la cocina, "así pasa a ser una extensión más de trabajo si se necesita", explica Pia. 

La escalera, una pieza escultórica que se restauró por completo durante la reforma, es junto con el vestíbulo otra pieza vertebradora de la zona de día. Destacan sus detalles dorados y de forja originales, y la estilosa moqueta de rayas bicolor que nace en el recibidor y con la que se ha revestido toda la escalera. 

La decoradora aprovechó el pasillo que comunica el baño con el dormitorio con un frente de armarios con puertas de espejo y con cuarterones y los llevó hasta el techo, "porque con techos de 4 metros de altura podías tener un súper altillo para la ropa de otra temporada". 

El trío de colores presente en toda la casa se repite en el dormitorio, donde se ha usado y "abusado" de las telas para hacer más acogedor este espacio. De hecho, la pared del cabecero se ha revestido con un papel pintado de espiga que simula un efecto de pared entelada y que contrasta con el gran cabecero en negro. "Es un cabecero que diseñamos a medida y que montamos con listones", recuerda Pia Capdevila. 

Es la autora de esta espectacular reforma y otros tantos salones que nos encantan.