Entramos en exclusiva en la casa de Marta Escoda: descubre la masía antigua mas bonita y acogedora del mundo

Solo entrar a la casa de Marta encontramos un recibidor muy cálido. En él, el equipo de Marina & Co. apostó por unas paredes en color beige, una consola de madera oscura, acristalado y estética clásica, con el sobre en mármol, sobre el que han puesto un jarrón con una planta. A un lateral, han ganado un espacio de almacenamiento con dos cestas de mimbre. Han completado el look con una alfombra de fibras naturales en beige.

La zona de día es abierta y a doble altura. Las claves para solucionar el espacio fue optar por tonos naturales, como las paredes en beige y madera de roble en los grandes ventanales. Un truco que han tenido para dar gracia al salón ha sido jugar con las texturas: han colocado un sofá de chenilla en gris claro, cojines en terciopelo marrones y verdes, pufs de lino en marrón claro y una alfombra de yute. Completa la estética cálida del salón, una mesa de centro de sobre de madera y estructura metálica en negro.

“Combinamos piezas más rústicas, como la mesa de comedor y las sillas de fibras, ideales con niños pequeños, con otras de estilo nórdico, como la librería a medida o el aparador del comedor. También mezclamos apliques de rafia y roble con iluminación más moderna”, nos cuentan Marta y Marina.

En la zona de comedor podemos ver otra de las claves de esta reforma: “Unificamos los techos entrevigados, las puertas y las paredes para sumar claridad. También cambiamos la antigua escalera de caracol, que estaba en medio del salón, por otra ligera, de hierro y madera, que colocamos en un lateral.”

La cocina tiene inspiración en las de antes, con muebles bajos y un suelo que imita el hidráulico que antes había en la masía. Para las paredes han apostado por un papel pintado en tono mostaza. Marta nos confiesa que “Cada vez me animo más con el papel pintado”. En cuanto a los muebles, estos son blancos, de aire clásico, con tiradores metálicos y una encimera de tono arena. Han aprovechado las molduras para crear unas baldas y así ganar almacenaje.

En el dormitorio principal, el papel pintado marrón se ha combinado con un cabecero murete realizado con el mismo parquet del suelo, que proporciona un toque muy cálido a la habitación. Sobre el cabecero han puesto dos cuadros en dos distintos tamaños con marco naranja suave, porta velas de cristal, libros y una planta. La cama la ha vestido con sábanas crudas y le ha dado un toque de color con los cojines y el plaid en verde oliva. Y a los pies un puf beige. Marta rescató de su anterior piso unas mesitas de noche afrancesadas y unas lámparas blancas y con base metálica que encajan en ese “mix and match” que destaca por toda la casa.

Se ha podido conectar el dormitorio principal con una zona de armarios a medida de estética clásica. En este espacio también ha colocado una cómoda blanca que encaja a la perfección con los armarios y un puf beige a conjunto con el de la cama. Para completar el look cálido, ha colocado una alfombra de fibras naturales en color arena. No hay duda, que la moda y la decoración se dan la mano en esta masía.

Los dormitorios infantiles están conectados entre sí, con posibilidad de cerrarse cuando sus hijos crezcan. En la habitación de los niños, el equipo de Marina & Co. ideó un arrimadero en madera en L que recoge las camas y contrasta con el color de la pared, en azul teal. Para destacar con la madera, han escogido ropa de cama blanca a rayas y cojines estampados en azul, ocre y crema. Además, han completado el look acogedor con un puf beige, una cesta de fibras naturales y una alfombra de yute.

El mismo recurso que se ha usado para el cabecero de la habitación de sus hijos, se ha aplicado en el de la hija de Marta. “Por su estructura, fue más difícil de solucionar, así que abrimos una venta y diseñamos el cabecero a juego con el del dormitorio de los chicos. De esta manera, generábamos continuidad”, explica Marina Reguant. Para esta habitación, la creadora de contenidos ha apostado por un papel pintado en motivos naturales en color rosa empolvado, verde salvia y crema: “El papel pintado de la habitación de mi hija es más atrevido, ¡quedó precioso!”, nos cuenta. En el dormitorio de su hija ha puesto ropa de cama blanca con cojines de color verde y rojo, un puf beige, una silla mecedora blanca, un cesto de fibras naturales y una alfombra cruda.

En el baño han rescatado las puertas de unos armarios que pintaron y con ayuda de unas guías, han reutilizado en el baño. Las decoradoras nos cuentan: “Las picas de mármol estaban en la cocina, ¡y los apliques del espejo también son antiguos!”. Como ellas mismas dicen, podemos ver un lavamanos de mármol, debajo han puesto una balda de madera para ganar almacenaje y una cesta de fibras naturales. En la pared del lavamanos han colocado un espejo con marco de blanco de efecto envejecido, y los apliques recuperados son de color negro.

El porche tiene una estética rústica y en este espacio aprovechan para comer en verano.  En él, han puesto una gran mesa redonda con sillas de fibras naturales y una gran lámpara de mimbre. Además, han colocado un sofá con estructura de madera clara y tapizado en blanco con cojines en gris verdoso. Han completado el look con unas cestas de fibras naturales y macetas con plantas para darle un toque de naturaleza.