El arquitecto tenía en mente una casa para esta familia... pero en realidad hicieron otra. Suele pasar. Hace ya más de 10 años de aquello y, pese a todos los planos que él había proyectado, las zonas sociales acabaron junto al jardín. “El salón, con esta chimenea, es el corazón de la casa durante los meses fríos. En verano, salimos y aprovechamos a tope el jardín, merendamos en el porche, cuidamos el huerto, nos damos un refrescante chapuzón en la piscina...”, nos cuenta Marta, la propietaria.

Después del trabajo, ella y su marido regresan a casa y sienten que llegan a su propio oasis de calma. Lo han hecho poco a poco en estos años, ¡cambios de estilo incluidos! En un inicio se decantaron por un estilo algo frío, muy minimalista, que luego han ido completando con la ayuda y asesoramiento de las interioristas Marta Carreras y Mireia Casadevall.

La cocina es de tamaño XXL, no es para menos tratándose de una familia numerosa. En ella una gran isla central es la protagonista. La altura de la encimera y haber ganado una barra con taburetes al costado es todo un acierto. Así tenemos una superficie de trabajo amplia y además nos sirve como punto de reunión cuando tenemos invitados, algo que nos encanta", revela Marta.

Subimos las escaleras y nos maravillamos con el dormitorio principal, que goza de unas vistas de la sierra de Collserola insuperables. La habitación cuenta con el vestidor integrado y el baño en suite, gracias a una reciente reforma con la que han ganado espacio a la terraza. Como vemos, ha sido un proceso de años pero ahora el matrimonio puede decir orgulloso que tiene la casa (¡y el dormitorio!) de sus sueños.