Una casita playera de estilo mediterráneo en Sitges con piscina y decorada en tonos arena

Fuera, el espacio se organiza por terrazas que se adaptan al terreno y están hechas de madera de pino de Flandes cuperizada o tratada. Querían crear ambientes diferenciados, porque los propietarios comparten mucho la casa con sus amigos y todos valoran tener un poco de intimidad. En este porche reina la naturaleza, con mesa y bancos de teca reciclada, cortinas de tela, una pérgola de cañizo…

En este porche se puede comer, cenar y pasar un buen rato entre amigos o familiares. Disfrutar de esta manera de la naturaleza es justo lo que atrapó a los propietarios, una familia centroeuropea. Y se decidieron por ella aunque el estado de la casa, tras años de abandono, en un terreno escarpado y con una construcción precaria, no era nada seductor.

¿Os imagináis una tarde noche de verano en el porche de esta casa con una mesa como esta? Colores que transmiten tranquilidad, serenidad y que se fusionan perfectamente con el ambiente. ¡Ideal para compartir con los amigos! Y no nos pasa desapercibido el detalle de las flores en los platos. Simple pero detallista.

Su tono imita a una charca y acompaña el potente verde de los pinos. “Con plantas aromáticas, palmitos, olivos y los árboles existentes creamos un jardín mediterráneo con un mantenimiento y consumo de agua mínimos", explica la interiorista encargada del proyecto Elba Danel.

En la que se combinan el tono arena que predomina en toda la casa y el blanco, color que nos trasmite tranquilidad y serenidad. La chimenea y los ventiladores de la casa forman parte de un plan para climatizar de forma natural y sostenible.

En esta casa playera tampoco falta uno de nuestros complementos favoritos. El espejo tipo ventana multiplica la luminosidad del sofá blanco y su perfilería en negro sigue la estela del resto de la decoración. No fallan tampoco ciertas piezas de diseño, como la lámpara TMM, de Santa&Cole.  

La interiorista encargada de la reforma de esta casa diseñó la cocina de obra y abierta. Solo algunos de los electrodomésticos y el armario escobero se escondieron tras una puerta de madera.

La simplicidad, la eficiencia y la conexión con la naturaleza desde dentro fueron una prioridad. Por ello, se abrieron las ventanas al máximo y se colocaron mallorquinas.

En el dormitorio, al que se accede por una escaleras de microcemento, igual que la mesita de noche, y bajo la forma de la mesita y la cama hay pura piedra. La vida aquí es un descanso muy natural.

Madera, hierro y microcemento son el trío de materiales naturales que recorren toda la casa y esta habitación es una pequeña muestra de ello. En ella han apostado por burros que hacen de armario a la vista, lo que les obliga a tenerlo todo muy bien ordenado. ¡Y parece que lo han conseguido!

Según la encargada de la reforma, Elba Danel, se buscaba un "estilo mediterráneo, pero no costero. Con criterios de naturalidad, sencillez y calidez", prosigue. Empleando el microcemento y su superficie continua tanto en el suelo como en las paredes, junto con las griferías en color negro y el mueble de madera, el resultado es actual, pero no pierde esa esencia del mediterráneo. 

Siguiendo la estética de toda la casa, la mampara fija cuenta también con una perfilería de color negro que contrasta sobre la pared de microcemento color arena. Gracias a la ventana, el baño es luminoso y amplio. 

El mismo estilo, pero con la zona del lavamanos encastrada en la pared y con revestimientos de madera, el segundo baño de esta casa situada en Sitges es acogedor y cálido. El negro sigue siendo predominante y se ha empleado la misma estética que en el baño principal.