"Cada casa te pide algo, es como si te hablaran de lo que necesitan, de lo quieren... ¡O al menos a mí me pasa!”, nos confiesa la interiorista Carmen Caubet, responsable de la reforma de este dúplex del Valle de Arán. ¿Y qué pedía esta casa? “Un cambio de look radical”, resume. Dejar atrás esas maderas oscuras que, tradicionalmente, habían revestido las casas de esta zona de montaña, y dar paso a la luz y a un estilo más nórdico y ligero.

A su favor jugaba la buena base que tenía la casa, de la que Carmen era buena conocedora, porque hace 30 años asumió el reto de decorarla. “Ahora las necesidades de los propietarios han cambiado, los hijos han crecido, tienen nietos... Y el estilo de aquel entonces se les había quedado anticuado”.

La decoradora respetó la distribución original y conservó muchos elementos, como la chimenea, el mobiliario de la cocina o la preciosa carpintería de madera, que se aclaró con un chorreado de arena, sacando a relucir toda su belleza natural.