Asociados a platos elegantes y sofisticados, los langostinos se adaptan a todo tipo de comidas: desde aperitivos de Navidad y pasteles fríos de verano, pasando por platos de cuchara característicos del invierno, hasta recetas fáciles y rápidas para el día a día como canelones o tortilla, la solución 10 cuando no sabes qué hacer de comer. Nutricionalmente, cuentan con importantes beneficios, son fáciles de preparar y, aunque no son lo más económico del mundo, lo cierto es que unos pocos dan mucho de sí.
Beneficios de los langostinos: pura proteína
El langostino (Penaeus kerathurus) es un crustáceo emparentado con la gamba y el camarón, de la familia Penaeidae. Cuenta con numerosas propiedades nutricionales esenciales para nuestro organismo, con lo que es perfecto para llevar una dieta sana y equilibrada.
- Proteínas. La carne del langostino aporta proteínas y tiene poca grasa y carbohidratos, por lo que se recomienda su consumo en dietas de control de peso.
- Omega-3. Se trata de un alimento rico en ácidos grasos omega-3, que contribuye a la prevención de las enfermedades cardiovasculares, así como al control del colesterol “malo”.
- Vitaminas y minerales. Destaca la presencia de minerales como el yodo, el fósforo, el selenio, el calcio, el magnesio y el zinc; así como las vitaminas B12 y B3.
Cómo cocinar los langostinos: aprovéchalos al máximo
Los langostinos son un producto de calidad muy valorado en cocina, con lo que es importante aprender a sacarles partido. Admiten muchas formas de cocinado, entre las que destacan las siguientes:
- Langostinos a la plancha. Hay que dorarlos en aceite bien caliente y añadirles sal gorda. Están listos enseguida así que hazlos justo cuando vayas a consumirlos. Riégalos con limón.
- Langostinos cocidos. Basta con introducirlos en agua hirviendo, añadir sal, y contar de 2 minutos desde que vuelva a romper a hervir. Si están congelados o son muy grandes, puede variar ligeramente el tiempo de cocción. Una vez cocidos, mételos enseguida en agua con hielo para que no se pasen. Riquísimos con mayonesa y salsa rosa.
- Langostinos rebozados. También puedes empanarlos o rebozarlos. En ambas opciones tendrás que freírlos en aceite muy caliente, o quedarán blandos.
- Langostinos al vapor. Puedes hacerlos en vaporera o con una olla de agua hirviendo y un colador. El truco estará en que el agua no toque los langostinos.
- Langostinos al horno. Disponlos en una fuente de horno con papel sulfurizado y añade aceite de oliva, ajo y perejil. Hornea 10 minutos a 200 °C dándoles la vuelta a mitad de cocción.
- Langostinos crudos. Hay quienes disfrutar tomándolos en tartar o carpaccio. Descongélalos sin prisa, pélalos bien, retira el hilo negro (intestino) y mézclalo con zumo de limón, sal y pimienta.
¿Cómo comer langostinos?
Los langostinos se pueden comer con la mano. Si está bien cocido, no te costará nada retirar la cáscara que los recubre. Tendrás que quitar también la cabeza y las patas. Después, lo ideal es que utilices una toallita con aroma a limón para eliminar el olor de las manos, o directamente agua con zumo de limón natural.
Cómo conservar los langostinos: siempre en nevera
El langostino es un producto siempre disponible y fácil de encontrar. Lo tienes fresco y ya cocido, con lo que te permite improvisar cualquier comida, incluso si vas con el tiempo justo. Ambas opciones también puedes encontrarlas en la sección de congelados. ¿Cómo conservarlos una vez llegas a casa?
- Refrigerados. Cuanto antes lo consumas, mejor (máximo 48 horas en la nevera). Si se seca, humedécelo para garantizar su buen estado.
- Congelados. Si compras de más y no vas a utilizarlos enseguida, mételos en una bolsa especial para ello y que tenga cierre hermético. Lo mejor es consumirlo antes de tres meses.
- Descongelación. Sean frescos o cocidos, deben descongelarse en la nevera para que no rompan la cadena de frío y consumirse antes de 48 horas. Una vez descongelados, NUNCA volver a congelarlos.
Recetas con langostinos
Con tanta explicación, seguramente se te haya hecho la boca agua. ¡La espera ha merecido la pena! Aquí tienes varias recetas con langostinos de lo más apetecibles y variadas. ¿Un consejo? Al igual que sucede con las recetas con bonito o las recetas con salmón, es importante que no te despistes con los tiempos de cocción o los langostinos se pasarán.
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