Los sabores más tradicionales son un éxito asegurado en las comidas y cenas navideñas. Las recetas de siempre nos traen de vuelta momentos vividos realmente entrañables, además de que están buenísimas y son la mejor manera de entrar en calor cuando el invierno ya ha hecho acto de presencia. Si quieres saber cuáles son esas recetas solo tienes que seguir leyendo. Eso sí, te adelantamos que encontrarás platos de cuchara como almejas a la marinera, aves al horno como un riquísimo capón y, cómo no, mucho marisco ya sea como entrante o como primer plato.
Ideas con las que acertarás seguro
Antes de pasar a las recetas, aquí tienes un breve resumen de lo que nunca pasa de moda (sí, en la cocina también hay modas) para que lo tengas en cuenta a la hora de pensar tus menús navideños. Ten presente también si se trata de una comida o una cena, más que nada para evitar digestiones demasiado pesadas.
- Aperitivos. Los volovanes y las tartaletas que ya vienen listos para rellenar, son estupendos para darle un toque sofisticado a tu menú sin perder mucho tiempo en su elaboración. Para que no se reblandezcan, prepáralos justo al final.
- Platos de cuchara. Sopa de Navidad (tienes la receta más abajo), consomé, crema de marisco o de boletus, son algunas de los platos más valorados para ofrecer de primer plato. Platos de siempre que te dejarán buen sabor de boca.
- Carnes y pescados. Para el segundo plato solemos elegir entre estas dos opciones. Solomillo de ternera o cerdo, cordero, capón, pularda, besugo, bacalao o merluza suelen ser los preferidos. En cualquier caso, mucha atención a los tiempos de cocción, especialmente con el pescado, para que no se pase.
- Salmón ahumado y langostinos. Unos de los protagonistas indiscutibles de la Navidad. Además de estar buenísimos, son capaces de transformar un plato más sencillo en otro sofisticado y de fiesta. Puedes ponerlos en canapés, ensaladas o rollitos, pasteles fríos, cremas, etc. La ventaja es que se sirven fríos y no tienes que hacerles nada más salvo que te apetezca.
- Postres. Las comidas y cenas navideñas son copiosas, con lo que los postres procuran no serlo tanto. No puede faltar la bandeja de dulces navideños (si quieres aprender a hacer mazapán, encontrarás la receta en la selección), algún postre con fruta para compensar, una mousse ligera, algo con turrón o incluso helado.
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