Con el paso del tiempo, es común que las sudaderas vayan perdiendo esa suavidad y confort que tanto nos gusta. Esto se debe a varios factores que afectan la calidad de la prenda, y que te explicamos mejor líneas abajo. Sin embargo, la mejor solución para atajar el problema es combatirlo de raíz: desde el momento del lavado. La experta en limpieza Paula Seiton, que cuenta con más de 300.000 seguidores en Instagram, nos cuenta cómo:
Cómo lavar tu sudadera favorita para que no pierda suavidad:
El proceso no podría ser más sencillo: un par de truquitos que puedes añadir a tu rutina de lavado habitual, y que alargará la vida de esa sudadera de deporte que tanto te gusta:
- Asegúrate de que tu prenda está siempre del revés. Déjala a remojo durante aproximadamente una hora, junto a un chorro de acondicionador de pelo o mascarilla, ¡lo que tú prefieras!
- Trascurrido el tiempo, introdúcela en el tambor de la lavadora junto a media taza de bicarbonato sódico.
- Añade también media taza de vinagre de limpieza en la cajetilla de lavado, junto a tu detergente habitual. Recuerda que, en la medida que sea posible, deberías evitar el uso de suavizante, pues tiende a apelmazar la ropa.
- Selecciona el programa de lavado más adecuado en base a las instrucciones de la etiqueta: si la sudadera tiene un alto porcentaje de algodón, te recomendamos optar por un lavado que no sobrepase los 60º (sobre todo si es de color), y un ciclo de aclarado corto.
¿Qué factores contribuyen al desgaste del material?
Hay varios motivos que explican por qué con el paso del tiempo tus prendas favoritas van perdiendo grosor y tersura, te explicamos los principales:
- El tejido de algodón utilizado en muchas sudaderas se desgasta con el roce constante con la piel y otros materiales. Si a eso le añadimos la fricción continua con otras prendas y superficies, como roces con el cinturón, bolsas o sillas, el deterioro se puede notar aún más.
- El proceso de lavado puede debilitar las fibras del tejido: el uso de detergentes fuertes o altas temperaturas de lavado puede acelerar el desgaste de la prenda.
- Secado al aire libre, siempre es mejor: el uso de la secadora, aunque práctico y rápido, puede provocar contracción del tejido y un efecto abrasivo en las fibras que lo componen.
- La acumulación de pelusas y bolitas de tela, comúnmente conocidas como "pilling", es otro factor que afecta la suavidad de las sudaderas, ya que crea una superficie más rugosa. Por eso te invitamos a invertir en un quitapelusas eléctrico, tal y como el que ves en el vídeo, para que tu sudadera luzca perfecta hasta el más mínimo detalle. De lo contrario, hay alternativas más al uso como rodillos adhesivos o incluso maquinillas de afeitar: eso sí, te recomendamos usarlas con cuidado y atención.
- El sudor y las partículas de suciedad que se acumulan en la sudadera (sobre todo si las destinamos a actividades como el deporte o en espacios como el gimnasio) pueden adherirse a las fibras, lo que afecta negativamente a su tacto suave original.
- Las sudaderas de baja calidad pueden presentar un desgaste más rápido de la suavidad debido a que están confeccionadas con materiales menos resistentes y de menor durabilidad.
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