En cuestiones relacionadas con el hogar, la experta japonesa en orden y organización Marie Kondo lo tiene bastante claro: "Limpiar no es lo mismo que ordenar". Según la gurú, el proceso de ordenar va antes que limpiar, es decir, la limpieza del hogar solo se puede llevar a cabo justo después de haber organizado y ordenado nuestras pertenencias usando su método KonMari. ¿Lo haces así?

Marie Kondo dice que debemos pensar en la limpieza como una expresión de gratitud hacia nuestro hogar y nuestros objetos que nos acompañan en el día a día. Limpiar es, además, una manera de traer paz y calma a los espacios, al cuerpo y a la mente.

Si aprendemos a limpiar la casa de manera efectiva, podremos llenarla de más alegría y más proactividad. Para conseguirlo, Marie Kondo ha desvelado sus 6 mejores consejos para hacer una limpieza a fondo en el hogar, eso sí, después de haberlo ordenado.

6 consejos de Marie Kondo para una limpieza profunda de la casa 

Ordenar y limpiar a menudo se usan como sinónimos, pero para Marie Kondo, aunque son tareas domésticas estrechamente conectadas, son conceptos totalmente diferentes. Mientras que ordenar es enfrentarte a ti misma, limpiando te enfrentas a la suciedad. Y la experta en orden va un pasito más allá diciendo: "Si no ordenas primero, tu casa nunca estará realmente limpia, por mucho que friegues y frotes".

Marie Kondo limpiando el suelo

Marie Kondo limpiando el suelo

Nastassia Brückin y M.K. Sadler para KonMari Media, Inc.

Por eso, Marie Kondo recomienda ordenar antes que limpiar y que, cuando tengas toda la cosa ordenada, sigas estos 6 consejos para que la limpieza que realices en el hogar sea cien por cien efectiva y te traiga paz y calma a tu casa y a tu vida:

Consejo 1: Ten a mano todos los productos que necesitas

Sprays de limpieza, trapos, una escoba, etc. Y si para los utensilios de limpieza más pequeños puedes conseguir una cajita para transportarlos de un lado a otro de la casa, mejor. También puedes tener cerca un taburete o una escalera por si necesitas limpiar alguna zona más alta.

Consejo 2: Planifica cómo limpiar (según te guste a ti)

Decide dónde quieres enfocar tu energía y establece objetivos claros, pero no te agobies, tómate tu tiempo. Si limpiar de una habitación a otra te parece aburrido, Marie Kondo dice que pruebes a limpiar por categorías en vez de por habitaciones. Por ejemplo, lavar un día todas las cortinas. O hacer todos los espejos y cristales. No limpiar por estancias, sino por categorías.

Consejo 3: Muévete "a lo grande"

Cuando hacemos una limpieza diaria, nos centramos, básicamente, en limpiar aquellas zonas de la casa que más usamos sin atender los pequeños detalles. En una limpieza a fondo, hay que ir a lo grande. Mueve muebles y electrodomésticos, incluso, sácalos completamente hacia fuera si es posible y pasa la aspiradora y la fregona hasta por los rincones de más difícil acceso. Y si mientras mueves cosas y limpias te apetece hacer algún cambio en la reorganización de tu mobiliario, hazlo.

Consejo 4: Lo que te da pereza

Después de la limpieza profunda, llega el momento de ir al detalle. Identifica todas las zonas de tu casa que hace tiempo que no le pasas un trapo, como lámparas, la parte de arriba del frigorífico, el espacio detrás de la televisión, los filtros de la campana extractora, los marcos de las ventanas, etc. 

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El Mueble

Consejo 5: No te olvides del frigorífico

Vale, es cierto que la limpieza del frigorífico es bastante tediosa, pero no puedes olvidarte de él tanto como lo vienes haciendo hasta ahora. Para una limpieza profunda de la nevera, debes sacar todo lo que tienes dentro (del congelador también), desde la comida hasta los estantes y cajones. Aprovecha para revisar y tirar qué alimentos están caducados y pon a la vista aquellos que caducan pronto para consumirlos antes. Frota bien y vuelve a colocar todo.

Consejo 6: ¡Las plantas!

Por último, si tienes plantas de interior, dedícales un tiempo para podarlas, trasplantarlas y fertilizarlas. Rocía también sus hojas para eliminar el polvo y cámbiales la posición para que puedan recibir la cantidad de luz necesaria para prosperar.