Un problema muy común que suele pasar con frecuencia en las casas es los atascos en los desagües del fregadero y del lavabo del cuarto de baño. Si alguna vez te pasa, no te preocupes, es normal, son orificios abiertos por los que pasan residuos de todo tipo: comida, grasas, aceites, detergentes, pelos. Estos residuos se van acumulando, poco a poco, en las paredes de las tuberías reduciendo la velocidad del flujo del agua.
Lo bueno es que, si estás atenta y vas revisando tus desagües con frecuencia, puedes evitar un atasco mayor tú misma. Para evitarlo, te voy a contar un truco que me ha contado un amigo que es fontanero profesional. Me dijo que, en cuanto viera que el agua empezaba a correr más lento por el desagüe, no me lo pensara dos veces y lo pusiera en práctica. Te lo cuento a continuación para que aprendas a hacerlo en caso de emergencia.
Cómo desatascar los desagües del baño y de la cocina
Muchas veces, si actuamos con tiempo, es posible evitar atascos mayores en casa tanto en los desagües del baño como en los de la cocina. Al ser orificios por donde corre el agua y se lleva todos los residuos que se encuentre en su camino, es necesario que los limpies con frecuencia y que estés atenta por si ves que el agua va más lenta.
Si algún te pasa, te recomiendo que pongas en práctica este truco de mi amigo fontanero, según su experiencia, si lo haces rápido, evitarás problemas mayores. Además, es un truco muy económico y se tarda menos de un minuto en ejecutarlo. Necesitarás cinta adhesiva, un desatascador de goma con ventosa y seguir este paso a paso:
Paso 1: Tapa el rebosadero
En primer lugar, es necesario tapar el rebosadero. Por si no sabes lo que es, son los agujeros que están justo debajo del grifo y que sirven para que el agua salga por ellos con el fin que se desborde por el lavabo o fregadero. Para desatascar de manera casera los desagües, debes tapar estos orificios con cinta adhesiva para que se queden bien sellados. No puedes olvidarte de este paso, es muy importante.
Paso 2: Llena con un poco de agua caliente
Prosigue colocando el desatascador de goma sobre el desagüe, presionando un poco para que la ventosa se quede pegada. A continuación, abre el grifo de agua caliente y deja que llene un poco el fregadero o lavabo. Ahora, comienza a bombear rápido el desatascador durante unos minutos para que succione las tuberías y los residuos atascados empiecen a despegarse y a moverse.
Paso 3: ¿Y si no funciona? Desmonta el sifón
Cuando termines, abre el grifo y comprueba si el agua ya corre más rápido por el desagüe. Si lo sigue haciendo muy lentamente, entonces deberías probar a hacer lo siguiente: coloca un cubo debajo del sifón del fregadero (es la parte de la tubería que queda a la vista con forma de "U"), desmóntalo con cuidado y deja que vaya cayendo en el cubo todos los residuos causantes del atasco. Una vez se quede vacío, límpialo para eliminar los restos que todavía queden en su interior. Vuelve a montar el sifón, incluso, pon en su rosca cinta de fontanero para un sellado más hermético.