En términos de limpieza, no hay muchas diferencias entre una placa vitrocerámica o inducción, ya que ambas tienen una superficie de cristal, que es la que hay que limpiar. Con un producto específico de limpieza y otros trucos caseros para la cocina puedes limpiar las manchas quemadas y pegadas de la vitrocerámica y mejorar su brillo.

 

Cómo limpiar la vitrocerámica paso a paso

Sea como sea tu placa, un consejo fundamental es actuar rápido. Limpia la superficie de tu placa vitrocerámica o inducción siempre después de cocinar. Cuanto más tardes en retirar las manchas, más solidificadas y pegadas se quedarán y más costará quitarlas. ¿Quieres saber pros y contras de cada sistema de cocción?

Antes de limpiar la vitrocerámica...

Asegúrate de que la placa está fría y apagada. Aunque no lo creas, la suciedad saldrá mejor cuando no está caliente. En el caso de las vitrocerámicas de inducción es fácil de comprobar, ya que solo se encienden con el recipiente adecuado. En cambio, en las convencionales, fíjate en que la luz no está encendida y coloca la mano por encima (sin tocarla, no sea que te quemes) para comprobar su temperatura.

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Paso a paso para limpiar la vitrocerámica

En cualquier caso, su superficie es fácil de limpiar porque es lisa. Es recomendable usar un producto específico para eliminar las incrustaciones, aunque no es necesario aplicarlo cada vez que se cocina, a no ser que la superficie de la placa vitrocerámica haya quedado especialmente sucia. La razón de que no sirva cualquier producto es que el cristal de la vitro es delicado y hay químicos (productos abrasivos) que hacen que pierda el brillo.

  • Paso 1. Primero haz una limpieza superficial. Con ayuda de una bayeta o papel de cocina, retira los restos de alimentos que haya encima una vez que la vitro esté fría. En este paso podrás localizar las manchas más difíciles y te ayudará a reblandercerlas.
  • Paso 2. Aplicar un chorro de producto específico para limpiar vitrocerámica sobre la superficie manchada.
  • Paso 3. Extiende con una bayeta o un estropajo (nunca utilices uno de aluminio que podría rayas la superficie) sin retirar el producto y déjalo actuar.
  • Paso 4. Luego retira con una bayeta húmeda. Usa siempre bayetas o paños suaves.
  • Paso 5. Finalmente, seca.

Si la vitrocerámica está muy sucia, utiliza antes la rasqueta para quitar las manchas de líquidos solidificados que caen durante el cocinado. Y no se te ocurra usar cuchillos (o similares) o un estropajo de aluminio, que podrían arañar la superficie. Sujétala fuerte para que no se escurra y cógela en un ángulo de 30º en relación con la vitro. Después, vuelve a pasar la bayeta.

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Cómo dar brillo a la vitrocerámica

Aunque los productos específicos ayudan a dar brillo a la vitrocerámica, siempre puedes hacer una mezcla de vinagre y agua y empapar una bayeta con ella. Extiende la mezcla por la vitro y después aclárala.

Cómo limpiar una vitrocerámica quemada

A veces, en algunos fuegos de la vitrocerámica se crean unos cercos muy difíciles de eliminar con la bayeta o la raqueta. Puedes utilizar un truco casero para hacerlo: mezcla 2 cucharaditas de bicarbonato y 10 cl. de agua y haz una pasta. Después, extiéndela por la superficie quemada y rocíala con vinagre. Deja actuar durante 5 minutos y aclara.

Cómo limpiar una vitrocerámica rayada

Después de realizar los pasos que te hemos explicado, si ves que hay arañazos en la superficie, hay un truco infalible para eliminar los rayones de la vitrocerámica. Puedes utilizar pasta de dientes para eliminarlos. Echa un poco de este producto sobre la zona de la vitro donde estén los rayones y extiéndelo con la bayeta haciendo movimientos circulares. Después, quita bien los restos con una bayeta limpia. Asegúrate de que no queda nada o cuando la enciendas, podrían quemarse los restos de pasta de dientes.

Trucos caseros para limpiar la vitrocerámica

Limón

La acidez del limón ablanda manchas difíciles sobre la superficie de la vitrocerámica. Echa unas gotas del zumo del limón, deja actuar y luego rasca.

Vinagre (o vinagre y bicarbonato)

Sí, además de para dar brillo, también puedes limpiar la vitrocerámica con vinagre. Es otro de esos remedios caseros que se usan mucho en limpieza. Echa unas gotas en una bayeta suave y pásala por toda la superficie de la vitro. También puedes limpiarla si está muy sucia con una mezcla de bicarbonato y vinagre, aplicada sobre la mancha.

Hielo

Otro truco para limpiar una vitrocerámica muy sucia es el hielo. Frota la mancha solidificada o difícil de eliminar de la vitrocerámica con un cubito de hielo durante un minuto. Luego pasa la rasqueta y verás cómo desaparece la mancha: el hielo la endurecerá, lo que te ayudará a desincrustarla con la rasqueta.

Cómo evitar que la vitrocerámica se ensucie (tanto)

Lo ideal es que vigiles la comida mientras cocinas, así evitarás manchas indeseadas. Además, si estás pendiente y hay una mancha, podrás actuar rápido y limpiarla con papel de cocina o una bayeta húmeda. Las tapas son también grandes aliadas para evitar las salpicaduras.

Evita también arrastrar las sartenes o cazuelas por las vitrocerámicas y, aunque tu chef favorito lo haga (queda genial en los programas de cocina), resístete de hacer movimientos con el recipiente si está apoyado sobre la placa.

Finalmente, evita utilizar la superficie de la vitrocerámica como una extensión de la encimera. No la uses para cortar el pan, aliñar la ensalada o preparar el desayuno. Evitarás no solo que se manche, sino también que se raye.

Diferencias entre vitrocerámica e inducción

Aunque se limpian igual, ambos tipos de cocina tienen características diferentes. ¿Sabes cuáles? Ambas son cocinas eléctricas, pero tienen muchas diferencias en cuanto a la transmisión del calor y su composición.

  • Placa vitrocerámica: es una placa de cocción lisa de cerámica vitrificada, que tiene una gran resistencia al calor y la capacidad de trasmitirlo rápidamente. Debajo de la superficie de cristal hay varias resistencias circulares, que son los fogones. Se calientan y transmiten el calor que necesitas para cocinar. Una vez que la enciendes no puedes poner la mano encima porque se pone al rojo vivo.
  • Cocina por inducción: funcionan con un potente imán que se estimula eléctricamente. Se crea así un campo magnético que genera calor en la superficie de metal (cazo o cacerola) que se encuentre encima. La superficie también es de cristal cerámico liso como en el caso de la vitro.

Vitrocerámica e inducción son dos sistemas de cocinas eléctricas muy diferentes, que implican un ahorro energético distinto también y esto puede hacer que te decidas por una u otra.