Las bermudas, las prendas de lino, los mini capazos para rematar los looks de ciudad... pero si hay una pieza clave en el armario de las mujeres más elegantes en verano, esas son las alpargatas. De yute, de mimbre, con más o menos cuña, con cierre de hebilla o de atar en el tobillo (las más estilosas porque alargan la pierna creando sensación de esbeltez en nuestra figura). Sea cual sea tu estilo y los planes que llenan tu agenda en verano, estamos seguras de que en tu vestidor hay, como mínimo, un par de alpargatas que, obviamente, tampoco falta en tu maleta de vacaciones. A pesar de que son tan cómodas como versátiles, solemos reducir su uso a ocasiones especiales por miedo a ensuciarlas porque, debido a sus materiales, unas cuñas no son tan fáciles de limpiar como cualquier otro calzado.
Que sea difícil, no quiere decir que sea imposible, no obstante, por eso, hemos investigado algunas formas en las que podemos limpiar nuestras alpargatas en verano para que luzcan como nuevas todo el rato y podamos rematar con ellas todos nuestros estilismos sin miedo a que se ensucien. La experta en organización y limpieza Pía Nieto, ha compartido con nosotras algunos trucos en Instagram con los que podremos dejar nuestras cuñas relucientes y sentir que las estrenamos un día tras otro. ¿Lo mejor? Solo necesitamos 3 cosas para conseguirlo.
LOS TRUCOS PARA LIMPIAR LAS ALPARGATAS Y LAS CUÑAS DE ESPARTO SIN DAÑARLAS
Un día más, la experta Pía Nieto (@piaorganiza) nos cuenta los mejores trucos para limpiar nuestras alpargatas de esparto y cuñas este verano. Fíchalos y empieza a aplicarlos porque sentirás que estrenas alpargatas cada día.
- El primer paso que debemos llevar a cabo, en caso de que nuestras cuñas sean de atar con lazo, es quitar la cinta y ponerla a remojo en un balde pequeño o en cualquier otro recipiente que tengamos destinado a la limpieza, con agua y jabón.
- Llega el turno de limpiar la alpargata y, para ello, necesitaremos un cepillo pequeño (como los que normalmente tenemos para limpiar las uñas), una goma de borrar y dos opciones de limpieza: una mezcla de agua y vinagre o limpiacristales.
- En caso de que la suela de nuestras cuñas esté muy sucia, borramos todas las rozaduras con la goma de borrar y limpiamos bien los restos, para evitar que se queden pegados entre las fibras del yute. También podemos usar la goma de borrar para limpiar la plantilla, ya que, con el sudor del pie en verano, suele quedar sucia cuando les damos mucho uso. Si aun así las manchas no se van de la suela, puedes ayudarte con un poco de alcohol o amoniaco.
- Listo esto, llega el turno de limpiar la lona de la cuña. Aquí es cuando debemos usar el limpiacristales o nuestra mezcla de agua y vinagre. Mojaremos con ellas una bayeta de microfibra y frotaremos con ganas sobre el empeine para poder eliminar cualquier mancha.
- Una vez tengamos la lona limpia, llega el turno de la suela y aquí es donde, con ayuda del cepillo y toda nuestra actitud, debemos limpiarla bien. Obviamente, nos ayudaremos también del limpiacristales o de nuestra mezcla de agua con vinagre para conseguirlo. Con estos pasos, nuestras cuñas quedarán como nuevas y, una vez se hayan secado, tan solo tendríamos que volverles a colocar las cintas.
¿Y qué hacemos si le cae una mancha de aceite a las cuñas?
Si a nuestras alpargatas les cae una mancha de aceite, el primer paso, como siempre, es actuar cuando antes para evitar que la grasa penetre demasiado en el tejido y después resulte prácticamente imposible eliminarla.
- Si conseguiremos actuar al momento tan solo tendremos que echarle polvos de talco a la mancha y, con la ayuda de un cepillo, frotar hasta que se vaya.
- Si nos vemos obligadas a esperar más tiempo, frotaremos con un algodón con alcohol, ya que actuará como un desengrasante y hará que la mancha se evapore. También podemos usar un poquito de detergente en el algodón o una bayeta con agua templada y unas gotitas de amoniaco. Después tendrás que aclararlas, obviamente.