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¿Qué es la trufa de los perros? Todo sobre el reloj biológico que les permite saber qué hora es, cuando vas a volver a casa y cuando toca paseo

Gracias al sentido del olfato y la capacidad de retener patrones de comportamiento, los perros pueden llegar a saber qué hora es, ¿Quieres saber cómo?

Actualizado a 17 de agosto de 2023, 19:00

Descubre qué es la trufa canina, cómo funciona y más curiosidades de los perros.

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Los perros tienen un sentido del olfato mil veces más sensible que el de los humanos, ya que es su sentido más desarrollado. Además, nuestras mascotas también tienen mucha capacidad para retener patrones de comportamiento y detectar los cambios sutiles en el entorno. Estas características del perro hacen que pueda llegar a presentir qué hora es, cuando voy a llegar a casa o cuando es la hora de la comida. Los perros son un animal mucho más inteligente de lo que nos pensamos y saben perfectamente qué hora es o cuándo les toca hacer ciertas cosas, ¡Lo descubrimos! 

Según un artículo de National Geographic, inconscientemente el propio cuerpo del perro sabe qué hora, esto es debido a los ciclos de día y noche que afectan no solo a la intensidad de la luz, sino también a las variaciones de temperatura. Pero el mejor amigo del ser humano tiene también otros mecanismos para determinar en todo momento el paso del tiempo, las rutinas de las personas con las que convive y cuándo se acerca la hora de sus actividades preferidas… o detestadas.

¿Cómo un perro puede saber qué hora es? 

La trufa es la parte negra y húmeda del hocico del perro que tiene capacidad de comportarse como un reloj biológico. La nariz del perro puede detectar todo tipo de cambios en el ambiente que para el ser humano pueden pasar desapercibidos, ya que el sentido del olfato del perro es entre 10.000 y 100.000 veces más potente que el del ser humano, según han investigado diversos expertos. 

Cada ser humano tiene un olor que le caracteriza que proviene de las partículas que desprende la piel. El perro que tiene la costumbre de lamerse la trufa, ya sea para hidratarla o para capturar estas partículas olorosas, hace que transmita a su olfato las partículas que se encuentran en el aire e incluso puede determinar la concentración de estas. De este modo, la concentración de partículas o compuestos orgánicos volátiles ayuda al perro a saber cuánto tiempo ha pasado desde que el humano ha salido de casa, a saber sus horarios regulares y cuándo es posible que regrese. 

Por ello, la trufa usen órgano muy desarrollado en los canes, ya que posee la capacidad de calcular la concentración de partículas y registrarlas en la memoria para saber identificar cada persona o cosa que huele. 

Que los perros sepan qué hora es tiene una explicación: el olfato. 

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Como funciona según los expertos 

La doctora en Ciencia Cognitiva y autora de diversos libros sobre el comportamiento canino, Alexandra Horowitz, ha explicado cómo los olores en una habitación se mueven a medida que avanza el día: "el aire caliente se eleva y, por lo general, circula en corrientes a lo largo de las paredes hasta el techo, se dirige hacia el centro de la habitación y cae. Si pudiéramos visualizar el movimiento del aire a lo largo del día, lo que realmente estamos visualizando es el movimiento del olor a lo largo del día". Esos ciclos de olores son también lo que les permite anticipar actividades diarias que se producen en horas establecidas, como la comida o el paseo.

Libro 'Mi perro y yo' de la experta en neurociencia, animales y psicología, Alexandra Horowitz.

Alexandra Horowitz

Según el artículo de National Geographic, aunque su olfato sea un reloj de precisión, no es su único truco para anticipar el comportamiento de las personas con quien conviven. Los perros son maestros de la observación en lo que se refiere al lenguaje facial y corporal y gracias a eso son capaces de relacionar ciertas acciones o expresiones con una consecuencia concreta. 

Con experimentos de la conducta, se ha comprobado que incluso pueden diferenciar los resultados de comportamientos similares a través de cambios mínimos en la expresión facial, el tono de voz y hasta la postura corporal: esa sensación de que el perro sabe cuándo están intentando engañarlo, prometiendo dar un paseo cuando la intención real es bañarlo, es completamente acertada.

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