No te engañes. Eso de tener los libros amontonados en columnas colonizando cada rincón libre de casa solo queda bien en las pelis. En la vida real es poco práctico y un auténtico caos. Así que si los libros empiezan a comerse tu espacio vital, quizás ha llegado el momento de poner orden y reservarles un sitio. Solo para ellos.
¿Que no tienes espacio para tanta lectura? Quizás valdría la pena hacer un inventario de tu colección de libros y seleccionar los que realmente quieres conservar. Siempre puedes regalar los que te sobran a amigos. Si existen las reuniones de tupperware o de crochet, ¿por qué no instaurar una con tus colegas más bibliófilos? También puedes donarlos (hay ONGs que recogen libros) o incluso sacarte unos dinerillos extras vendiéndolos en mercadillos o en tiendas especializadas.
Una vez te hayas quedado con los ejemplares que realmente quieres conservar, piensa cómo te gustaría guardarlos. ¿A la vista? Una librería o unas baldas serán tu mejor opción. Aunque tengas poco espacio, seguro que puedes arañar unos centímetros por aquí y otros por allá...