Luz y amplitud. Comunicación y privacidad. ¡Y todo a la vez! Estos son algunas de las ventajas que te ofrece tener una pared de cristal. Ya sea completamente acristalada, con cuarterones, con murete a media altura... La cuestión: comunicar espacios y dejar vía libre a la luz natural.

Si tienes que hacer alguna reforma ten en cuenta esta solución: tirando un tabique y transformándolo en una pared de cristal conseguirás más luz, mayor sensación de amplitud y un efecto "wooow" inmediato.

Hay distintos tipos de acabados que se pueden adaptar a tu estilo: Con perfilería o sin ella, con barrotillos o con cuarterones, con puerta -ya sea plegable, corredera o normal-, más ahumados u oscuros...

Eso sí, dependiendo del acabado o tipo de cerramiento que elijas, tu nueva pared tendrá un coste u otro -siempre más costoso que un tabique de ladrillos-. Además, deberás dejarte asesorar por los profesionales para que te confirmen si un tabique se puede derribar o hay pilares de carga que no se pueden tocar.​ Pero es que hay veces que ganar sensación de amplitud y sobre todo, luz, no tiene precio.