"La cristalera permite ver el salón-comedor sin renunciar a la independencia de ambos, evitando así olores y ruidos de la cocina", indica la interiorista Marta Prats, artífice de este proyecto. Con una adecuada distribución y replanteamiento, esta pequeña cocina parede más amplia. El predominio del color blanco es un acierto; la elección de muebles de cocina a medida otro y la prolongación de la encimera en una barra que da forma a un coqueto office de diario, una sorpresa. Por supuesto, sustituir los tabiques convencionales y opacos por un cerramiento que delimita pero deja pasar la luz y abre la cocina al salón es una de esas soluciones inmejorables.

La planta de la cocina rectangular mide 4,75 m de largo, que se aprovecha en un frente con un lineal de muebles y la barra de desayunos y comidas, delante de la cristalera. Al fondo, en un ancho de 2,15 m se organiza otro frente de almacenaje y electrodomésticos que queda en paralelo a la zona de cocción y fregado.

A continuación, te detallamos el presupuesto de esta cocina para que vayas echando números.

Derribo de tabique entre salón
y cocina, retirada de pavimento y alicatado antiguo y realización
de una hornacina junto
al fregadero (1.850 €)

Muebles lacados en color blanco con frentes con molduras (7.050 €)

Cerramiento de DM lacado con cristalera en la zona superior y puerta corredera (2.940 €)

Baldosa del suelo (350 €)

Arrimadero de madera en color blanco (25 €/m2 aprox.)

Papel pintado de La Maison (50 €/rollo)