Con un cerramiento o pared de cristal tanto la cocina como la estancia contigua, habitualmente salón, comedor o, incluso, recibidor; son los grandes beneficiados. Una reforma que revaloriza la casa. Si no te atreves a tirar tabiques y abrir la cocina al salón, un tabique de cristal es una buena apuesta: puedes abrir y cerrarlo cuando lo necesites. Estos son nuestros favoritos.

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