Ya sabes que el blanco y el negro no cuentan como colores en decoración, con lo que, si en tu salón predomina el blanco, tendrás que introducir colores para dinamizarlo. Apunta estas ideas: pinta las paredes en un rosa suave que le aporte delicadeza. Si tienes un salón con chimenea, como el de la imagen, enfatiza su glamur con pinceladas de dorado en complementos (espejos, lámparas, estructura de las mesas de centro). Y reactiva el sofá con cojines en un rosa más fuerte y gris. ¡Verás qué cambio tan espectacular!
Pintura en pared, de Titan. Lámpara de pie, alfombra de pelo y espejo, de El Corte Inglés. Cuadro abstracto, de Carlos Arriaga.