En ocasiones, para conseguir un cambio radical en un hogar, solo necesitamos transformar nuestra zona de día. El salón y la cocina son las estancias clave de nuestra casa. Si en ellas no existen conexión y armonía, es muy difícil que sintamos pleno confort, por muy equipadas que tengamos ambas estancias. La interiorista María Ángeles del Río Guirado, del estudio Puracasa, conoce esta situación de primera mano. Entre sus últimos proyectos se encuentra la reforma de un piso en Málaga en el que tuvo que integrar el salón y la cocina para devolver la luz y la buena comunicación al corazón de la vivienda.
La interiorista nos explica que antes de realizar la reforma, al entrar en la casa, se encontraba con un salón con dos puertas abatibles, y a la derecha, la cocina con un lavadero independiente desde donde se accedía a un patio. El deseo de los clientes era unir las tres estancias y ganar esa luminosidad, tanto natural como artificial, que los espacios tan compartimentados les impedía tener.
Una cocina luminosa y bien aprovechada
"Al integrar el lavadero a la cocina, nos quedó un espacio con una forma un poco complicada", dice María Ángeles. "Nos supuso todo un reto diseñarla, pero tras un estudio minucioso conseguimos crear una cocina que ¡lo tiene todo!", nos adelanta. ¡Vamos a verla!
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