Si te gusta estar al tanto de las tendencias decorativas, te habrás dado cuenta de que los dormitorios rústicos están ganando protagonismo en revistas y redes sociales. ¿Será por ese aire sereno y confortable que transmiten? ¡Seguro! Pero es que, además, este estilo se ha reinventado con toques modernos que lo acercan a una estética ligera y actual, un look que nada tiene que ver con la imagen pesada y rancia de antaño. Maderas en tonos claros, tejidos suaves como el lino y el algodón, detalles en fibra vegetal, colores neutros y tierra… Sigue leyendo y descubre cómo recrear un estilo rústico fresco y absolutamente contemporáneo en tu dormitorio.

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1.

Un cabecero de forja

Dormitorio rústico con cabecero de forja y banco de ratán a los pies de la cama.

Cabecero de forja, en Serrallería Mase. Mesita de noche, en Aquitania. Banqueta, cortinas y alfombra, en CHM Studio.

El Mueble

Este tipo de cabeceros se integran a la perfección en dormitorios rústicos. Lo ideal es combinarlo con paredes en tonos neutros, como beige o gris claro, que resalten su diseño sin restarle protagonismo. La ropa de cama en tejidos naturales, como el lino o el algodón, en colores suaves o tierra, aportará calidez al conjunto. Añade muebles de madera envejecida o reciclada, de líneas sencillas, y algunos detalles en mimbre o cerámica para darle un toque acogedor y auténtico. 

2.

¡Qué ideal!

Dormitorio rústico con cama con dosel.

Cama y mesita de noche, de Maisons du Monde.

El Mueble

Una cama con dosel tiene un encanto especial que evoca tiempos pasados, añadiendo un toque de romanticismo y elegancia al dormitorio. Además, puedes decorarlo con cortinas ligeras en tonos neutros para completar el look rústico.

3.

Mezcla texturas

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Cama y armario bajo realizados con madera recuperada, diseño de Ksar Ibiza. Cesta, en Sluiz.

En este dormitorio, las paredes de piedra y el techo con vigas de madera aportan carácter y autenticidad. Replicar esto en tu habitación es complicado, pero lo que sí puedes hacer es vestir la cama con mantas y cojines de rayas o con patrones étnicos, vestir el suelo con una alfombras de yute y colocar algún mueble de madera maciza… Elementos con un encanto artesanal que hace que todo se sienta acogedor y vivido. 

4.

Pequeños cambios

Dormitorio rústico con pared decorada con cestos de fibra.

Banqueta de bambú, de Sacum. Cortinas de lino, de Filocolore.

El Mueble

No hace falta una gran transformación para darle un toque rústico a tu dormitorio. Con solo dos o tres piezas bien elegidas, puedes cambiar por completo el ambiente. Por ejemplo, unas cestas o individuales de fibra en la pared del cabecero y un banco de bambú a los pies de la cama serán suficientes para aportar ese toque rústico ligero y moderno.

5.

Blanco y tonos neutros muy suaves

Dormitorio rústico con cabecero y velador de forja

Dormitorio rústico con cabecero y velador de hierro forjado.

El Mueble

Para aligerar un espacio rústico, los acabados en color blanco son clave. Desde el techo de vigas vistas y las puertas de los armarios en beige, hasta las piezas del mobiliario en tonos blancos, contribuyen a que este dormitorio se vea más ligero, sin perder el encanto rústico. 

6.

Con una puerta estilo granero

Un dormitorio rústico con puerta de granero.

Dormitorio decorado por Pia Capdevila.

El Mueble

Hace unos años que se pusieron de moda y hoy siguen siendo una de las opciones preferidas para quienes buscan una corredera con carácter. Aparte de las puertas de granero originales recuperadas, existen modelos de nueva fabricación que rinden homenaje a estos diseños tradicionales. Como ves en este dormitorio, tienen un enorme valor decorativa.

7.

Paredes con papel pintado

Dormitorio con cabecero tapizado y paredes decoradas con papel pintado.

El cabecero es de Tapizados Doñana, el aplique de Conotraluz y los armarios están realizados por Joaquín Díaz.

Pere Peris / El Mueble

¿Te gustaría decorar las paredes de tu dormitorio con papel pintado? Pues apunta porque, para un estilo rústico, los que mejor funcionan son aquellos con patrones naturales (ya sabes, diseños que imiten madera o piedra), rayas sutiles o discretos motivos florales. Los tonos neutros y terrosos, como el beige, el gris claro y el verde oliva, complementan perfectamente el ambiente rústico.

8.

En las ventanas o puertas acristaladas

Dormitorio rústico con techo de vigas vistas y ropa de cama de color blanco.

Cortinas y sábanas de Zara Home. Manta de La Maison. Plaid y mesita de Clay Barcelona. Lámparas, jarrón y cuadros en Sacum.

El Mueble

Las cortinas ideales para un dormitorio rústico son las de tejidos naturales como lino o algodón en colores suaves y neutros, lisas o con estampados sutiles. Puedes combinarlas con persianas de lamas de madera como hizo en este caso la interiorista Marta Tobella: una excelente idea para ajustar la luz y la privacidad que complementa el look rústico.

9.

Relajado y luminoso

Dormitorio rústico decorado en blanco y azul.

Ropa de cama y cojines, de Libeco, en Matèria. Lámpara de sobremesa, de Santa & Cole. Cuadro, en Aquitania. Alfombra, en La Maison.

El Mueble /Pepa Oromi

El blanco como protagonista, pinceladas azules, detalles en fibra vegetal, suelo de piedra, textiles naturales… La decoración de este dormitorio combina la sencillez del estilo rústico con el encanto relajado del Mediterráneo.

10.

Alguna que otra pieza recuperada

Dormitorio rústico sin cabecero.

Funda nórdica, cuadrantes, colcha, plaid y cortinas, en Filocolore. Cojín azul de Midnight Blue. Butaca de Maisons du Monde.

El Mueble

No dudes en incorporar muebles recuperados que sumen una dosis extra de encanto y autenticidad a tu dormitorio rústico. Una cómoda de madera envejecida, un velador de hierro forjado, un sillón de mimbre… Y eso sí: combínalos con diseños modernos y textiles frescos para equilibrar el look.