Captar la esencia de la frescura del mar y el ambiente cálido propio de verano y proyectarlo en el hogar, es algo que no todos saben conseguir. Y es que no solo se trata de añadir mobiliario en tonos blancos y elementos decorativos de fibras naturales, también hace falta cargar a nuestra vivienda de personalidad y adaptarla a las necesidades que pudiéramos tener. Así, el equipo del estudio Strada Interiors, en colaboración con el estudio francés, Maison Perron, han conseguido convertir esta casa ubicada en un pueblecito de la Costa Dorada, en el refugio vacacional para una familia numerosa, quienes ansiaban disfrutar de la cercanía del mar y la magia del Mediterráneo. 

Para abordar esta renovación integral, cada rincón ha sido tratado con especial cuidado y cariño y se ha pensado en todo lo que la familia, compuesta de siete hijos, pudiera reclamar. Apreciar esa esencia de hogar mediterráneo e ibicenco, ha sido posible gracias a la elección de una paleta cromática suave, con el blanco como tono predominante y salpicaduras en turquesa, y unos de materiales que, ante todo, recurren a las fibras naturales, como la madera, para crear un ambiente fresco y estival. ¿La vemos?

Agradecimientos al fotógrafo Felipe Scheffel y a la estilista Sol Van Dorsen.