El piso bonito y luminoso de la lectora Laura en Alicante con mil ideas para aprovechar el espacio // VÍDEO y PLANO

"¿Mi zona favorita? De hecho, es la zona de estar. ¡Me encanta el sofá de 3 metros! Es un sofá blanco, pero muy limpio, en una mezcla de lino y un tejido antimanchas", añade la lectora. El contraste con los textiles -de los cojines, manta y alfombras- con la madera lo vuelven atemporal y cálido frente a la envolvente de color neutro. ¡Aunque la luz es lo que más hace brillar esta estancia!

"Estéticamente tenía una obsesión: que todo virase hacia color arena, aunque fueran muy sutiles. Me gusta mezclar fibras naturales y colores claros, entre crudos, blancos y beige, con maderas suaves. De ahí el look tan relajante que tiene todo el piso. Como trabajo desde casa, en el salón, junto a la ventana, aprovechamos para crear una zona de despacho muy tranquila. ¡Es un gusto!". 

"Otra pieza que adoro del salón es la librería que se extiende hacia el comedor. Acaba en un banco para la mesa, y es súper práctico porque tiene espacio para almacenar todo lo que no uso muy a menudo (las maletas, la barbacoa...). Al tener baldas a la vista también me sirve para decorar con jarrones, cestos y algún cuadro", sigue la lectora.

El hándicap de los recibidores pequeños es que cuesta encontrar muebles que se adaptan a los metros, por eso, es mucho mejor crear un mueble a medida. Así lo detalla Laura: "optamos por baldas en la parte superior para que le diera la luz del salón comedor y así evitar que fuera un espacio oscuro. Asimismo, hace la función de práctico separador para que no se vea el comedor al abrir la puerta. En el armario de abajo, quedan ocultos los zapatos de la calle". Además, lo dejaron todo en blanco pues, cuánto más claro sea un espacio en paredes y mobiliario, más grande y luminoso parecerá.

"Aunque la cocina la dejamos donde estaba, le abrimos un ventanal con cuarterones que da a un distribuidor. Mi pareja es un cocinitas, así que aprovechamos para darle mucho almacenaje con cajones y armarios altos", añade la lectora. "Otra cosa que tenía clara es que quería el mismo suelo en toda la casa. No me gustan las particiones y así dimos continuidad a los espacios abiertos".

Una reforma con la que se gana amplitud, fluidez y luz es abriendo el baño al dormitorio como si se tratara de un spa. Así lo decidió Laura para la suite principal, con el objetivo que la zona de ducha quedara integrada en el dormitorio, pero con intimidad.

"Como habréis visto, tenía claro que quería amueblar con pocas piezas, pero a medida y hechas por carpinteros. En nuestro dormitorio tenéis otro buen ejemplo. El cabecero de cama hecho de madera con las mesillas empotradas lo hace muy especial. ¡Me encanta!".

Desde esta perspectiva se ve muy bien el paso de la zona de cama a la ducha. Y descubrimos un sencillo pero práctico banco de obra en el mismo blanco de la pared. Las baldas de madera aprovechan el hueco entre muros para guardar toallas y pasan desapercibidas desde el dormitorio. Así se mantiene el orden visual.

En el espacio hacia la ducha, y tocando la pared del vestidor, queda el mueble del lavabo. Suspendido y de madera, va acorde con el cabecero del dormitorio y añade un plus de calidez. La zona de inodoro queda independizada tras una puerta justo delante de la ducha. 

La casa de la lectora Laura Fontan en Alicante, una reforma espectacular que ha convertido un piso antiguo en un hogar de ensueño. ¡Volveremos!