Salones modernos y blancos: 12 FOTOS e ideas elegantes y llenas de estilo para los amantes del lujo silencioso

Abierto al jardín y con aires costeros. Así es este salón fresco y ligero donde el color blanco es el protagonista. ¿Cómo se le da personalidad? Siguiendo la misma gama cromática, pero mezclando diferentes texturas y materiales. Así, el refrescante porcelánico del suelo, contrasta con la cálida alfombra de rizo y los tapizados de lino en sofás y pufs. Los cojines y las mantas tienen pinceladas muy sutiles en verde aguamarina que hacen un guiño al mar.

Es difícil imaginar que este acogedor salón fue un antiguo molino que ahora se ha reconvertido en vivienda. De ahí si arquitectura singular de paredes irregulares y su techo a dos aguas. En este caso, el color blanco sirve para salvar visualmente las irregularidades de la propia construcción, dando una sensación de mayor uniformidad, ligereza, mayor espacio y muchísima más luz. Con dos sofás crudos enfrentados cerca de una chimenea de obra, no hay mejor manera (y más sencilla) de llenar de vida un salón.

Este cálido salón nos traslada al campo andaluz. Se nota en los detalles en verde que salpica la carpinterías de las ventanas y en el aparador colocado tras el sofá. Al ser un tono tan tenue y sutil se mimetiza con el color blanco de las paredes y el techo revestido en madera, creando una armonía perfecta.

El lujo silencioso no sacrifica la funcionalidad ni el confort. Por eso, los muebles y accesorios de este salón son elegantes, pero también cómodos y prácticos para el uso diario. ¿Un ejemplo? Las dos butacas de corte clásico con estructura de madera, una de ellas con reposapiés. El techo, la chimenea y el espejo, todos con molduras y de color blanco, potencian ese efecto clásico y elegante de este salón, decorado por Ana Ros.

Crear una base de color blanco con suelos, techos y carpinterías, es un lienzo perfecto para empezar a decorar un salón que respire lujo silencioso. Los textiles, los toques de madera y los detalles decorativos ayudan a enfatizar su encanto.

Molduras en el techo y en las paredes, una lámpara de araña de cristal y una alfombra blanca que se funde con ellos. Por sí solo, este salón neutro ya respira lujo silencioso, pero la elección de un buen cuadro a todo color es fundamental para convertirlo en un espacio moderno y con mucha personalidad.

El blanco es de los pocos colores que no resultan pesados, por mucho que se repitan en un mismo espacio. Nunca pasará de moda y siempre puedes darle un toque especial con los complementos o, como en este caso, con un suelo de mármol con detalles en negro.

Las casas de El Mueble beben de los colores neutros para crear estancias atemporales con tintes de tendencia, donde todos los elementos se dan la mano con armonía. Una de las claves para conseguirlo sin equivocarse en con piezas a medida que encajen perfectamente en el espacio disponible. Lo vemos en este salón, donde no solo la librería está diseñada 'a la carta', sino que también las mesas de centro con base metalizada están pensadas especialmente para encajar aquí.

Este salón es tan discreto como elegante y señorial. Su arquitectura clásica con techos altos, molduras y rosetones, marca un espacio que, por sí solo, ya resulta especial. El blanco que lo envuelve todo es el mejor lienzo, mientras las mesas de centro de madera, los textiles en teja y azul y el marco del espejo le dan el toque cálido al conjunto. 

A diferencia de las tendencias de diseño efímeras, el lujo silencioso busca la atemporalidad. Los elementos decorativos y las elecciones de diseño están destinados a perdurar en el tiempo y no a quedar obsoletos rápidamente. Por eso, nos gusta este salón de Madrid, diseñado por SuBe Interiorismo con muebles de alta calidad y a prueba del dictado de las tendencias. Su gama en tonos neutros es garantía de éxito.

La armonía es una de las claves para conseguir un salón moderno. En lugar de recargar los espacios con elementos llamativos, el lujo silencioso se basa en una estética minimalista y sofisticada, que se consigue con pocos elementos, pero con carácter y bien seleccionados, como vemos en los dos apliques dorados colocados en la pared. Se utilizan colores suaves y neutros, líneas limpias y redondeadas para crear una sensación de tranquilidad y elegancia.

Cuando tenemos un espacio reducido, el color blanco es la solución para ampliarlo visualmente. Así se demuestra en este salón decorado por los arquitectos Ana Blanco y Fran Mengíbar, que unificaron el techo acanalado y las paredes en un blanco roto muy cálido, reservando para las cortinas y los sofás un blanco más puro, creando así un sutil contraste. El suelo de madera abriga este espacio y lo envuelve de calidez.