¿Por qué las revistas me incitan a decorar como mi abuela? 12 ideas y razones estilosas y, paradójicamente, modernas

Quién iba a decir a mi abuela que los platos que colocaba en la alacena iban a ser tendencia décadas después. Es lo que tienen las modas, que son cíclicas y vuelven a nosotros como un boomerang del pasado. El auge de la cerámica de los últimos años tiene mucho que ver con este revival y la artista Rosmy Novellas lo sabe bien. Ella es la propietaria de este piso con encanto, en el que expone sus vajillas pintadas a mano por ella misma en la zona del comedor. Sobre un expositor, en una alacena o sobre unas baldas, pero siempre con las piezas bien a la vista, como se hacía antes.

Si echamos la vista atrás, muchos nos podríamos visualizar entre hermanos y primos, merendando un bocata de pan con onzas de chocolate en casa de la abuela. Esos recuerdos se han quedado grabados alrededor de una mesa de madera, donde todos nos sentábamos en esos taburetes de enea que nunca faltaban en sus cocinas. Este guiño tan simple, auténtico y tradicional se ha replicado en esta cocina con encanto, donde la vida gira alrededor de la mesa y donde los detalles especiales marcan el paso: fíjate en la alacena restaurada y en la peculiar pantalla de tela estampada que también nos transporta décadas atrás.

Hay obras de arte de gran valor económico y otras que guardan un enorme valor sentimental. En cualquiera de los dos casos, es un crimen desprenderse de ellos cuando pueden dar sabor y personalidad al hogar. Para este tipo de piezas, siempre hay un lugar perfecto, y sino que se lo digan a los arquitectos Fran Mengíbar y Ana Blanco, que supieron dar a estas dos antiguas pinturas de motivos florales el lugar de honor que merecían en esta casa: escoltados entre simples librerías de obra y decoradas con vajillas antiguas de porcelana que refuerzan ese regusto a la decoración de antes.

¿El minimalismo es ya cosa del pasado? Estamos viviendo en primera persona el nuevo esplendor de los detalles intrincados en la decoración, de las carpinterías trabajadas, de las molduras y las boiseries, de las telas y los estampados importantes que arropan la casa sin pudor.

También se da en los pequeños detalles que envuelven el hogar, como en la ropa de cama, las toallas, las mantelerías y servilletas, que se llenan de bordados, puntillas y entredoses como los que cosían a mano nuestras abuelas, las abuelas de nuestras abuelas, y pasaban de generación en generación a modo de ajuar como un auténtico tesoro familiar. Zara Home se ha puesto nostálgico esta temporada, regalándonos un pedacito de historia con esta colección de delicados textiles de hilo en total white que hacen honor a las manos mágicas de las mujeres de antes.

Aquí va un remember para todos los que tuvimos la suerte de nacer antes de los 90 y contar con referentes tan auténticos como la mítica Angela Lansbury: ¿te acuerdas de la cama voladora de "La bruja novata" en la que Englantine Price, junto con su inseparable gato cósmico, vivían sus mágicas aventuras? Pues aquí la tienes, en la nueva editorial de Zara Home, recién salida del horno. Estas camas de hierro son sinónimo de los dormitorios de antes, con sus paredes empapeladas de  florituras y cenefas, haciendo gala de un emotivo barroquismo que hoy honra el gigante de Inditex. Cuando decimos que las abuelas son sabías, lo decimos por algo...

Se lleva la grifería de estilo vintage, tanto en cocinas como en baños. Y siempre en tonos bronce, cobres o dorados, como vemos en esta imagen. ¿Un dato clave? Los mandos manuales, esos en los que tienes que girar la ruletita y que siempre van acompañados de un elegante grifo de caño curvo. En este caso, las interioristas Marta Jáudenes y Olivia Reina optaron por ponerlo sobre un moderno mueble de palillería y mármol de Carrara y conjuntar la grifería con los espejos curvos con perfil fino, que también hacen gala de estilo retro que tanto nos recuerdan a las casas de nuestras abuelas.

Los baños de la infancia de los que ya empezamos a peinar canas no eran de color blanco. Los inodoros, lavabos y bidés que había en las casas de nuestros padres y abuelos se conjuntaban en gamas de azules celestes, verdes pálidos o rosas pastel. Unos vestigios que aún siguen en pie, estoicos, en muchas casas en las que nunca se ha hecho reforma. Para todo ellos, recalcar que están de enhorabuena, porque Porcelanosa quiere traerlos de vuelta para convertirlos en tendencia. Lo vemos en esta imagen, con todas sus piezas conjuntadas en un edulcorado color malva.

Espera, espera: ¿vuelve el mueble castellano? Lo hemos intuido sutilmente en Zara Home, que es todo un indicador de las tendencias que están por llegar. Por eso, no debemos hacer caso omiso a los detalles que hoy nos muestran en sus preciosas editoriales y fotografías de producto, donde hemos detectado la presencia de muebles de estilo castellano, de esos que inundaron las casas de media España durante décadas y que cayeron en el ostracismo cuando el minimalismo lo invadió todo. Si aún conservas piezas hechas de estas maderas nobles, oscuras y trabajadas en casa de tus abuelos o tus padres, probablemente tengas una joya a la que se pueda dar una nueva vida dentro poco. ¡Estaremos alerta!

Si te das cuenta, la mayoría de las piezas que nos recuerdan a nuestras abuelas y ahora vuelven a ser tendencia giran alrededor de la comida. Antes, la cocina y todo lo que se fraguaba entre fogones era el epicentro familiar, donde se desarrollaba la vida, el día a día. De ahí su importancia y la tendencia a dejarlo todo a la vista y a mano. En especial, las piezas más bonitas de loza, como las grandes soperas, o los conjuntos de plata (bandejas, cubertería, juegos de café y té...), que solían ponerse en grandes alacenas cerca del comedor.

Todo parece apuntar a la vuelta de las baldosas cerámicas con acabado brillante y a todo color, como las que había en las cocinas de nuestras abuelas. Además, apreciamos en ellas ciertos guiños nostálgicos, tanto en su carácter artesanal, como en sus colores lavados de diferente intensidad: un efecto hecho a propósito, pero que parece fruto del paso del tiempo. Lo vemos en esta cocina de estética provenzal, en la que se ha instalado un antepecho de baldosas verdes de distintas tonalidades que consiguen trasladarnos a otra época.

Para lograr una cocina de aires rústicos como las de antes, muchas son las decoradoras y estilistas que recurren a colocar rieles o ganchos de las paredes o las campanas para colgar cazuelas de cobre o ramitas de plantas aromáticas. De este modo, nos trasladan a las cocinas de pueblo y a los olores y sabores de nuestra infancia. En esta cocina, el suelo de mosaico hidráulico y la isla son las protagonistas. El resto lo hacen los detalles.

Unos patucos, una chaquetita "para que no cojas frío", una manta gustosa, unas faldillas para la mesa camilla, un cojín... Las piezas de punto hechas a mano y bordadas con el cariño de nuestras abuelas son pequeños tesoros eternos que nunca deberían pasar de moda. Así lo reivindica Zara Home este otoño, lanzando piezas de crochet para la cama o el salón que hacen honor, de nuevo, a la destreza de sus manos virtuosas.