En redes sociales y webs especializadas, esta palabra está por todos los lados y, seguramente, te sonará: snug. Si no es así, te diremos que se trata de una palabra inglesa, cada vez más habitual en este mundo de la decoración del hogar y el interiorismo, que más o menos podría traducir al español como cómodo, pero que, en realidad, define un espacio relajante y agradable en el que sentarse a pasar el rato olvidándose del mundanal ruido.
Butaca, similar en Pantay. Mesa auxiliar, en Crisal. Alfombra, de Valley.ee
Estamos viendo estos rinconcitos agradablemente decorados por doquier –recientemente, por ejemplo, en una visita a WOW!House: una exposición formada por casi dos decenas de exuberantes y coloridos interiores en el Design Centre Chelsea Harbor de Londres. Todo esto nos ha llevado a pensar sobre el creciente interés por diseñar pequeñas zonas en las que sentarse a leer o, sencillamente, a pasar el rato sin hacer nada. En el salón, para aprovechar el espacio en un descansillo (como en la foto), pero sobre todo en el dormitorio, lo de contar con un rinconcito es una moda imparable. Indagamos en el porqué y te damos algunas pistas para que diseñes el tuyo.
Piensa bien el diseño de ‘tu rinconcito’
Puede ser un lugar de lectura; para escuchar música; echarle un vistazo a las redes sociales o, sencillamente, para sentarse a no hacer nada. A medida que la idea del concepto abierto en el hogar se va diluyendo como un azucarillo en leche caliente, aumenta el interés por los pequeños espacios en los que buscamos algo de intimidad; ya sea un rincón en una habitación, o un cuarto pequeño que reconvertimos en nuestro refugio privado.
Igual que le dedicas un momento a pensar cómo te gustaría decorar el salón y a qué colores o qué tipo de sofá quedaría mejor, también es importante ser cuidadoso a la hora de diseñar tu snug en el dormitorio. La butaca, la lámpara, el papel de pared, los colores y complementos: en resumen, dale un par de vueltas a cómo vas a decorar esa zona en la que vas a pasar mucho rato.
Rincon de lectura con butaca y cesto. Cortinas, de Gancedo.
1. Da forma a un ambiente que te envuelva para disfrutar de paz interior y felicidad
Lo dice su nombre: el snug es un lugar diseñado para acurrucarse, ponerse cómodo y relajarse. Ciertamente, estos pequeños rincones no son exclusivos del dormitorio, pero como debe primar una estética cómoda, parece que el dormitorio es el mejor lugar para explayarse con materiales cálidos al tacto y muebles y accesorios que construyan esa sensación de paz, que nos hagan sentirnos a gusto, felices, y nos ayuden a desconectar. Terciopelo, gruesas alfombras de lana, mantas o montañas de cojines contribuyen a crear esa sensación de ambiente envolvente, una palabra que deberías grabarte a fuego.
Dormitorio de estilo veraniego con una agradable zona de asiento debajo de la ventana.
2. El asiento debe ser la pieza protagonista
Además de lo que te acabamos de contar en el punto anterior, presta especial atención al asiento en sí. Una buena butaca es fundamental. La típica butaca inglesa Howard, con el respaldo y los reposabrazos suavemente curvado y el asiento profundo, es una magnífica elección. ¿Otras opciones interesantes? Una chaise longue o un banco empotrado junto a la ventana con almacenaje incluido para disfrutar de la luz del sol y hacer del dormitorio un lugar aún más especial y recogido.
3. Apuesta por un estilo natural o contrasta con el color y los estampados
Un rinconcito que se precie debe resultar relajante. Materiales naturales; colores suaves como el beige; largas cortinas de lino blanco o mantas en tonos frescos y estampados a rayas le darán un estilo costal tan agradable el que ves en la imagen que hemos seleccionado.
Por otro lado, si te apetece algo más de color, apuesta por tonos lila, rosa y caramelo en las paredes. Para el asiento te recomendamos un tapizado de motivos botánicos o florales, que también podrías llevarte a la pared, aunque en ese caso deberías intercambiar el orden y llevarte los tonos lila, rosa o caramelo al tapizado del asiento. Lo mismo para la otomana. Las cortinas, elígelas también largas y suntuosas; y, finalmente, completa la decoración con un cuadro, lámina o fotografía que sea llamativa.